Puse esta foto en la parte de abajo del blog y quería contar
su significado, puesto que yo, normalmente, siempre hago las cosas por algo.
La idea me la dio un compañero del foro de Military Past
Lives, porque subió una canción de un álbum de la Electric Light Orchestra que
yo también admiro, un álbum que se llama “Time” y que va sobre el futuro, y que
sin embargo transmite extraños sentimientos relacionados con vidas pasadas a
los que recordamos. En el año 1981, que es cuando se editó el disco, “el
futuro” era el siglo XXI, y en él se habla constantemente con nostalgia de un
pasado que se deja atrás, de una partida a la Luna en la que dejas a alguien
querido a quien abandonas, sin posibilidad de volver a ver... de cómo el mundo
cambia y ya nada vuelve a ser lo mismo. Es una música que, pase el tiempo que
pase, siempre estará conmigo, y más ahora que le encuentro nuevos significados
a sus letras.
Los versos escritos
sobre la magnífica foto de la batalla naval corresponden a la primera pista de
ese álbum (que no llega a ser una canción, son versos recitados por una voz
metálica que da una sensación futurista), titulada “Prologue”. Hace mucho,
mucho tiempo, antes de que recordase nada de mis vidas pasadas, y debido a mi
pasión por la ciencia ficción, escribí esos mismos versos sobre un dibujo de
una estación espacial de esos antiguos que venían con las primeras versiones del
Word, lo imprimí, lo recorté, y lo pegué en la pared sobre mi escritorio. Siempre
me atrajeron esas palabras, siempre me pareció que encerraban un gran misterio
que no llegaba a entender del todo...
“Justo en el borde de tu mente que despierta
ahí yace otro tiempo
donde la oscuridad y la luz son una
Y según caminas por los corredores de la cordura
te alegras tanto
de no poder ir más allá
de no poder ir más allá
Tengo un mensaje de otro tiempo”
Hoy sé cuál
es ese significado profundo. Lo que describen esas palabras es literal. Todos
tenemos otro tiempo... otros tiempos en nuestras mentes. Todos podemos
despertar y acceder a esos otros tiempos, y podemos recordar. Pero siempre
existe la posibilidad de encontrarte con tu sombra, puesto que luz y oscuridad
van siempre juntas, y están en nuestro interior. Algunos viven felices toda su
vida en una ilusión, creyendo que esta vida es la única. La ignorancia da la
felicidad, según dicen, y es mucho más fácil no adentrarte por esos oscuros
corredores de tu mente en los que te esperan tanto los buenos recuerdos como
los malos, lo que hiciste bien, y lo que no hiciste tan bien. Se necesita una
gran responsabilidad para enfrentarte a ello, para ahondar en tu alma y superar
todo aquello que a nivel inconsciente te puede estar afectando. A veces esa parte oscura de ti mismo también incluye cierto grado de locura, real o no... porque a veces los acontecimientos que vivimos nos acercan peligrosamente a determinados desequilibrios mentales, o incluso podemos nacer con ellos.
Sin embargo, juntar todo ese valor y ser capaz de explorar los rincones más oscuros de nuestra alma es una de esas decisiones que si decides tomarlas, te pueden llevar muy, muy lejos, y nunca te arrepientes. Lo veo en mí
misma y lo veo en mis compañeros de viaje: cómo recordar vidas pasadas,
especialmente los hechos más oscuros, te hace crecer mucho más que cualquier
otra cosa que hagas, como leer sin cesar mensajes “espirituales” o libros con monsergas
abstractas que no te dejan pensar por ti mismo. Me siento realmente afortunada
de conocer a personas mucho más jóvenes que yo que transmiten una sabiduría que
no encuentro en la mayoría de los que me rodean. Con ellos he aprendido más en
dos años que en 36 de búsqueda solitaria. Y es que los verdaderos maestros se
encuentran donde menos te lo esperas.
Muchos hablan de despertar espiritual, y yo me pregunto si es que esperan a que algún tipo de "iluminación" les caiga del cielo, mientras siguen viviendo vidas vacías o se contentan con aceptar lo que les ha tocado, esperando que el mundo cambie por sí solo, cuando somos nosotros los que tenemos que cambiar... y actuar.
La foto: mi
muerte en una de esas vidas pasadas. Lo único que no cuadra son las banderas.
En mi caso, la inglesa era la que estaba izada en el barco que está ardiendo. Solo los que llevan años investigando sus vidas pasadas pueden comprender la emoción que me produce ver este tipo de dibujos, todo lo que hay detrás de recordar y verificar tus recuerdos: el esfuerzo, las dudas, los sentimientos, la constante búsqueda.
Últimamente Íker Jiménez dice mucho en sus programas que la investigación es un estado de ánimo. Creo que con las vidas pasadas es lo mismo. Hay gente que no lo entenderá nunca. Otros siempre estamos con ese estado de ánimo, porque es lo que nos hace sentir vivos, lo que nos apasiona, lo que da sentido a nuestra(s) vida(s). Para muchos de nosotros la reencarnación se convierte en nuestra eterna compañera, y lo que más tememos en este mundo es volver a olvidar... volver a ser prisioneros del tiempo que nos mantiene en la ilusión de que la muerte es el fin, cuando no es más que pasar una página para iniciar un nuevo capítulo.