jueves, 17 de diciembre de 2015

¿Existen las vidas simultáneas? (Parte 2).


VIDAS SIMULTÁNEAS PROPIAMENTE DICHAS.


Esto equivale a decir que en el ámbito del espíritu el tiempo es simultáneo. Parece ser que uno de los primeros en afirmar esto fue un tal Seth. ¿Que quién fue Seth? Un supuesto espíritu canalizado por la escritora Jane Roberts, la cual en estado de trance recibía una serie de comunicaciones aparentemente muy profundas y adelantadas para el conocimiento científico de la época (años 60 del siglo XX) y también el actual. A pesar de lo deslumbrantes que resultan sus afirmaciones para algunas personas, me alegro de no ser la única que se ha dado cuenta de que lo más probable es que Seth no sea más que la identidad que le dieron al subconsciente desatado de la propia Jane. Algunas de sus “magníficas” comunicaciones no tienen pies ni cabeza y no soportan un análisis serio por científicos de verdad. Y por lo visto Seth también es el que se inventó eso de que “nosotros nos creamos nuestra propia realidad”, algo que suena exactamente igual que el karma (donde la acción sería nuestro pensamiento y el efecto sería la realidad en la que vivimos), pero dicho de otra forma para despistar. Para los interesados, aquí tenéis tan solo un ejemplo de la profundidad de las afirmaciones de Seth.

Esto se hace especialmente evidente cuando habla de reencarnación. Para alguien que no sabe nada de reencarnación (y mucho menos recuerda vidas pasadas), puede parecer todo muy lógico y bonito. Mientras lee su material, puede pensar:

“Claro, el karma no existe porque si todas las vidas son simultáneas no hay causa y efecto.”

No. El karma retributivo (sistema de premio y castigo) no existe, eso es cierto, pero la razón no es que las vidas sean simultáneas. Es cuestión de sentido común y de tener datos concretos que analizar (es decir, suficientes recuerdos de vidas pasadas). Tus actos pueden tener consecuencias... o no, no hay nada escrito. Lo que sí existe es lo que algunos investigadores serios de reencarnación (en concreto Jim Matlock) llaman “karma disposicional”: tu personalidad es el resultado de tus experiencias pasadas. Lo que vives te afecta psicológicamente y esto se refleja en tus actos, tus miedos o tu manera de relacionarte con los demás. De momento nadie ha observado que también te afecten vivencias del futuro, aunque esto no excluye que en algún momento podamos tener intuiciones sobre ese futuro.

“Claro, lo que ven las personas que recuerdan vidas pasadas, en realidad son encarnaciones de sus otros yos que están viviendo simultáneamente en otras dimensiones espacio-temporales de la realidad.”

No. Como dije en la entrada anterior, si esto fuera así, las personas también “recordarían” vidas futuras, pero esto no ocurre. Además, si fuera verdad que estamos viviendo todas nuestras vidas a la vez, y nuestras decisiones presentes pueden influir en los acontecimientos de esas vidas pasadas, que a su vez, podrían hacer que nuestro presente se viera alterado (esto no lo digo yo, lo dice Seth), nuestros recuerdos estarían cambiando constantemente, y esto tampoco ocurre. Nuestros recuerdos son consistentes en el tiempo y además son verificables históricamente. Que yo sepa, la historia no cambia constantemente, excepto si es tergiversada por los que escriben los libros de historia. Lo que sí es cierto es que en ocasiones podemos tener alguna impresión de futuros probables.

“Así que no son vidas pasadas... son simultáneas... Ah, claro, por eso también hay gente que puede adivinar el futuro.”

No. Una cosa es que nuestra consciencia tenga la habilidad de acceder tanto al pasado, al futuro, como a eventos que estén ocurriendo ahora mismo en otras partes del planeta, y otra cosa muy distinta es que estemos REENCARNADOS al mismo tiempo en varios cuerpos. Además, al contrario de lo que piensan algunos, esa habilidad no es exclusiva del espíritu. Nuestra consciencia está muy limitada mientras estamos encarnados, pero en estados alterados de consciencia (como el sueño o la meditación) y TAMBIÉN en estado de vigilia (según Garnier-Malet) podemos acceder a esa información que solo en determinados momentos se hace totalmente consciente.


Es más, estas personas que no saben nada de reencarnación aunque ellos crean que sí, por alguna razón que se me escapa, jamás se han puesto a hablar con personas que recuerdan vidas pasadas de verdad. Sin embargo, aparte de creer en lo que afirman los espíritus, dan también mucha validez a lo que afirman personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte. Sí, yo he tenido contacto con muchas de ellas. El 95% ni siquiera cree en la reencarnación, algo que ya es curioso de por sí. Muchos otros salen de estas experiencias creyéndose unos elegidos poseedores de la Verdad absoluta. Otros malinterpretan sus propias experiencias: algunos pudieron ver brevemente una vida pasada o algún hecho futuro de su propia vida, y entonces llegan a la conclusión de que “el tiempo es simultáneo”. Algunos incluso nos intentan convencer de que “el cielo es real” y que su hijo estuvo sentado en el regazo de Juan el Bautista... ¿o era Jesucristo? Otros se encuentran con espíritus desencarnados que les transmiten su infinita sabiduría, una información que luego su cerebro apenas puede recordar y mucho menos comprender, y nos describen su realidad subjetiva como si esa fuese la única existente. Otros regresan con profecías apocalípticas, que oh, sorpresa, luego nunca se cumplen. Los que vuelven y conservan una actitud sensata y racional dicen más bien: “Volví porque me dijeron que mi hora no había llegado, y que si no seguía con mi misión esto podría repercutir en futuras encarnaciones”. ¿Cómo? ¿No habíamos quedado que el tiempo era simultáneo en el mundo espiritual? ¿Cómo es que hay futuro entonces? Pero por supuesto, estos testimonios no tienen validez para los que ya están convencidos de que el tiempo es simultáneo.

Entre muchas otras incoherencias que he podido encontrar en el libro Habla Seth 3, que demuestran que la persona que habla así no ni tiene ni idea de lo que significa recordar vidas pasadas, os dejo un ejemplo:

“Quienes creáis en la reencarnación, podéis cometer el error de culpar a las vidas «pasadas», y organizarlas por medio de vuestras creencias actuales. Ya es bastante malo que creáis estar a merced de un pasado, pero consideraros indefensos ante innumerables errores anteriores de otras vidas os coloca en una situación terrible pues la voluntad consciente pierde su poder para actuar. Estas vidas existen simultáneamente. Son otras expresiones de vosotros mismos que interactúan, pero cada ser consciente posee el punto de poder en su propio presente. 
La «información de las vidas pasadas» suele usarse para reforzar situaciones sociales y personales actuales porque, como ocurre con el pasado de esta vida, estos recuerdos se elaboran mediante las creencias presentes.”

Primero: no se trata de “creer” en nada. La mayoría de la gente que conozco recordaba desde pequeños, cuando ni siquiera sabían lo que era la reencarnación y no podían entender qué les pasaba. Tampoco podían hablar porque eran conscientes de que los mayores les harían callar o les enviarían al psicólogo. Estos recuerdos nos llegan por muchos medios distintos, no solo por regresiones, tan atacadas por los escépticos empeñados en negar la reencarnación. Muchas veces son recuerdos espontáneos en estado de vigilia. Recuerdos que no se diferencian en nada de recuerdos de nuestra vida presente. Y, por cierto, precisamente Brian Weiss y Michael Newton ni creían ni dejaban de creer en la reencarnación cuando se encontraron con sus primeros pacientes hablando de otras vidas. No por “creer” en algo fuertemente se convierte en realidad, salvo para el propio creyente.

Segundo: ninguno de nosotros cree estar a merced del pasado (excepto quizá los que creen en el karma, que casualmente, la mayoría tampoco recuerdan vidas pasadas, o tienen tan pocos recuerdos que aún no se han dado cuenta de que el karma no existe). Yo, en concreto, nunca creí que el origen de mis problemas actuales pudiera estar en haber sido ahorcado o en lo que viví en la Segunda Guerra Mundial. Jamás “creí” que hubiese traficado con esclavos en el pasado. Jamás “creí” haber asesinado a nadie. Nadie me hizo creer que yo había sido “mala” en el pasado, más bien al contrario, me tenían por una niña de lo más buena y estudiosa. La depresión y ansiedad ya estaban ahí, y yo no fui a buscar la solución en mis vidas pasadas. Simplemente las vidas pasadas aparecieron. Y desear o imaginarme una realidad en la que no estuviera deprimida, no sirvió de nada. Qué raro... ¿no? Si estaba todo en mi cabeza...

Tercero: esas vidas NO existen simultáneamente. Mis vidas pasadas están todas muertas, y por desgracia eso no lo puedo cambiar por mucho que lo desee. Ahora, si alguien quiere creer que en una dimensión paralela todos nuestros yos pasados y las personas que conocimos en esas vidas siguen vivas y felices porque no acabaron en un campo de concentración (realidad que ellos mismos se crearon, por cierto, según el propio Seth) y aún tienen la oportunidad de acabar como un anciano de noventa años en esa dimensión paralela, pueden seguir haciéndolo.

Cuarto: los recuerdos son recuerdos. Punto. Pueden no ser exactos. Pero hay fotografías y registros históricos para comprobar la exactitud de nuestros recuerdos. Claro que cuando hablas desde un punto de vista exclusivamente teórico es muy fácil dedicarte a predicar y llamarnos ilusos fantasiosos a todos los que decimos recordar vidas pasadas. Creen que nuestras afirmaciones son tan comprobables como las afirmaciones de una supuesta entidad encarnada disfrazada de científico que se ha vuelto omnisciente. Suena mucho más sabio y profundo decir “todas las vidas son simultáneas”.

Quinto: encuentro una sospechosa similitud entre expresiones como “El presente es el punto de poder” (de Seth) y “El poder del ahora” (de Eckhart Tolle). Es lo que tiene la Nueva Era, que todos se dedican a repetir lo mismo y encima creen que una mentira que se repite hasta la extenuación se vuelve realidad, como la ley del karma. Como dije hace poco en otra entrada, parece que lo que quieren algunos es precisamente que no recordemos vidas pasadas... ¿tal vez porque si lo hacemos nos daremos cuenta de todos los engaños que ha traído la Nueva Era?


Sigamos.

Hay otras personas que incluso recordando vidas pasadas se ven atrapadas en las mismas teorías “espirituales” que no tienen ningún sentido. Se deslumbran igualmente por lo que leen en libros pseudocientíficos escritos también por autores de la Nueva Era. Algunos piensan que el universo es holográfico. Es decir, vivimos en una mátrix en la que nada es real. Lo único real es el mundo espiritual y aquí todos vivimos engañados en una ilusión. Incluso el famoso túnel de las ECM’s es un engaño perpetrado por seres extraterrestres para que volvamos a reencarnar y sigamos atrapados en el mundo físico, siendo alimento de esos mismos extraterrestres (??). Como somos pobres seres humanos limitados por nuestros sentidos físicos y no podemos comprender nada, piensan que por esto todo es posible en el mundo espiritual, y por tanto, si un espíritu o dos han dicho que el tiempo no existe en el otro lado, es que es verdad aunque no seamos capaces de comprenderlo. Ya lo comprenderemos cuando estemos muertos. Algunos incluso se basan en pequeñas intuiciones que tuvieron cuando meditaban o en sueños extraños que tampoco significan nada cuando los analizas en profundidad. Al mismo tiempo ignoran todos los indicios y evidencias que tenemos AHORA a nuestra disposición, que parecen apuntar a que el tiempo, sí, no lo percibimos de la misma manera en el mundo espiritual que aquí, pero esto NO significa que el tiempo sea simultáneo ni que estemos viviendo todas nuestras vidas simultáneamente.

Bajo mi punto de vista, no es lo mismo que nuestra consciencia pueda tener conocimiento, en estado desencarnado, del presente, pasado y futuro al mismo tiempo, que estar reencarnado a la vez en todos esos cuerpos, y que todo esté transcurriendo simultáneamente. Muchas observaciones parecen contradecir esta hipótesis, y algunas proceden de ese mismo mundo espiritual. A pesar de que en el mundo hispanohablante muchos aún desconocen el trabajo de Michael Newton, y otros lo critican sin buenos argumentos contra él, hay personas que tienen recuerdos del periodo entre vidas, y siendo espíritus hablan de vidas pasadas y de cómo preplanificamos, individualmente o con otras almas, nuestras vidas futuras. Si no damos crédito a las regresiones (cada uno está en su derecho de creer en lo que crea, pero es curioso que personas que no dan crédito a las regresiones, sí dan crédito a supuestas canalizaciones), también existen muchas personas con RECUERDOS ESPONTÁNEOS tanto de vidas pasadas, como de momentos anteriores al nacimiento, y también del periodo entre vidas. Ninguno habla de tener “recuerdos” de vidas en un tiempo futuro, ni tampoco habla de “focalizarse” en una de nuestras vidas simultáneas, sino de elegir unos padres y REENCARNAR, adaptarse a un nuevo cuerpo físico y vivir en él, no de hacerlo en doscientos a la vez. Es decir, hay muchísimas evidencias que nos dicen que en el mundo espiritual existe igualmente una secuencia de hechos. Sí, existen las progresiones (regresiones a un supuesto tiempo futuro), yo también he tenido una o dos. Y tal y como describen también otras personas, en las progresiones las imágenes no se sienten como verdaderos recuerdos, el contenido emocional no es igual de intenso, no parece algo “ya vivido”, sino solo una posibilidad que podría o no ocurrir. Exactamente igual que con otros fenómenos premonitorios.

Tampoco existen evidencias de que nuestras supuestas vidas futuras nos afecten igual que las pasadas, ni que podamos cambiar el pasado si cambiamos nuestro presente (tal y como afirma Seth en sus libros). Hay niños que nacen con marcas de nacimiento relacionadas con lesiones de vidas anteriores, no posteriores. ¿Todo esto es porque vivimos en una ilusión? ¿Porque creamos nuestra propia realidad? No, estos argumentos no son muy convincentes... El problema no es que creamos que el mundo físico es real. El verdadero problema es que no entendemos que el mundo espiritual es TAN REAL como el material. Y sí, he dicho material y no físico, porque es muy probable que el espíritu sea también algo “físico”, si lo entendemos en términos de “física cuántica”.  

Pero por supuesto, esto es ignorado completamente por aquellos que creen ciegamente en que el tiempo es simultáneo en el más allá. A veces ser reencarnacionista es sentirte como Galileo: hay gente que te quiere convencer de que el Sol gira alrededor de la Tierra, y serían capaces de enviarte a la hoguera por afirmar lo contrario, solo porque ellos no son capaces de ver los indicios que para ti (y muchas personas más) son claros como el agua. Para ellos todo es posible. Lo que no comprendemos es porque tiene un origen divino, ya sea el mismo Dios o un supuesto espíritu iluminado que se comunica desde el más allá. Y si te crees capaz de discernir la realidad, eres un ególatra que te crees superior a los demás...

La cuestión es que siempre nos tenemos que creer lo que dicen otros, en lugar de buscar las respuestas en nuestro interior. La cuestión es destruir religiones y construir otras, y juzgar a los demás si no comparten tus mismas creencias. Una vez más, Krishnamurti tenía toda la razón acerca de no querer derribar los muros de la prisión. Cuando la gente se dé cuenta de que no necesita ningún maestro para encontrar lo que busca, tal vez, solo tal vez, comenzaremos a hacernos más conscientes de nuestra verdadera naturaleza.

lunes, 14 de diciembre de 2015

¿Existen las vidas simultáneas? (Parte 1).

[Aviso al lector: esta entrada es para leerla con la mente muy despejada. Va a ser larga, hay que pensar mucho, y además no vamos a llegar a ninguna conclusión.]

En las dos últimas semanas, coincidiendo con el desarrollo de mi Teoría del Tiempo, me han bombardeado a preguntas sobre esta cuestión de las vidas simultáneas (incluso personas que no saben nada de mi teoría). Esto, por una parte, me agota mentalmente. Pero por otra me estimula a pensar más y me genera nuevas ideas, lo cual al final es bueno para el desarrollo de mi propia teoría. Además, me sirve también para darme cuenta de las grandes diferencias en la “calidad” de mis interlocutores. Hay algunos con los que da gusto intercambiar opiniones, siempre basadas en el respeto y en el conocimiento de que solo estamos especulando y que cualquiera puede tener razón, mientras que otros tratan de convencerte desde el principio de sus propias creencias, sin darse cuenta ni siquiera de lo flojo que son sus argumentos y sin reconocer que les falta información para poder tener una visión completa de la realidad.

Es la primera vez que hablo de vidas simultáneas en el blog, precisamente porque es un concepto sobre el que solo podemos especular. Por tanto, cada uno puede creer lo que le apetezca. Es también un concepto cuyas raíces se encuentran en los inicios de la Nueva Era. Por mucho que les pese a algunos, la Nueva Era no es más que un conjunto de enseñanzas aparentemente muy “espirituales” que cuando son analizadas en profundidad no tienen ningún sentido. Es una mezcla extraña de antiguas religiones como el budismo, canalizaciones de diversas entidades desencarnadas (o incluso extraterrestres) a través de médiums, enseñanzas esotéricas procedentes de la teosofía, y bonitas frases sacadas de libros de autoayuda escritos por autoproclamados gurúes, algunos de los cuales fueron incluso encarcelados tras comprobar que su movimiento era peligroso y sectario (no voy a dar nombres pero me refiero a algunos de los más conocidos en las librerías, increíblemente la mayoría de la gente ignora hechos como estos). Yo prefiero basarme en la ciencia y la racionalidad para elaborar mis hipótesis... y no, esto no significa que defienda la ciencia materialista, como muchos alegremente suponen. Por ello no suelo hablar de temas como las vidas simultáneas, entre otras cosas porque a mí me interesan más los aspectos prácticos de la reencarnación, es decir, recordar vidas pasadas y cómo manejar nuestros recuerdos y emociones asociadas. Ahí es donde se encuentra el verdadero aprendizaje, no discutiendo sobre la teoría hasta el aburrimiento.

Antes de continuar, voy a definir brevemente qué se entiende por vidas simultáneas, porque lo normal es que cuando surge en los foros, cada uno piensa en una cosa distinta.


VIDAS SIMULTÁNEAS.


Primero, tendríamos las “vidas simultáneas propiamente dichas”: teoría que dice que en realidad las vidas pasadas no existen, sino que todos estamos viviendo todas nuestras vidas simultáneamente. Esto se relaciona directamente con el concepto de "tiempo simultáneo", es decir, que según afirman algunos, en el mundo espiritual el tiempo no existe. Pasado, presente y futuro son lo mismo, y todo está ocurriendo simultáneamente en diferentes “líneas o dimensiones temporales”. Según esto, nuestro yo actual podría influir en nuestros yos anteriores, y nuestros yos futuros también influyen en nuestro yo presente. Como este tema es tremendamente extenso y complicado, lo trataré en profundidad en la parte 2 del artículo.



VIDAS PARALELAS.


Segundo, tendríamos lo que Michael Newton llamó en sus libros “vidas paralelas”: esto serían vidas que transcurren aproximadamente en un mismo lapso temporal. El alma se divide en dos o más “fragmentos” y teóricamente podría reencarnar en dos o más cuerpos distintos, con el propósito de aprender más rápido. Esto significa que alguien podría estar viviendo como un hombre de treinta años en España, y a la vez como una mujer de cuarenta en Japón. Normalmente ninguno sería consciente de la existencia del otro, aunque en determinados momentos (por ejemplo a través de sueños, o obteniendo “recuerdos” del otro mediante meditación) sí podría “intuir” que está “conectado” a esa otra persona. Las experiencias de uno influyen en el otro. Uno de los principales inconvenientes de las vidas paralelas es que no utilizas toda tu energía espiritual en cada cuerpo, por lo que podrías estar menos “concentrado” y tener por tanto menos capacidad para sacar provecho a todas esas experiencias. Dice Michael Newton que serían casos muy raros, y solo lo harían almas evolucionadas. Algunos llaman a esto “simcarnation”, por unión de los términos “simultaneous” + “incarnation”, o incluso “simul” para abreviar.

Mi opinión respecto a la posible existencia de vidas paralelas: lo veo bastante poco probable. Creo que deberíamos considerar antes otras opciones. Por ejemplo, varios autores afirman que al principio, cuando las almas son creadas, se dividen inmediatamente en dos, dando lugar a dos almas totalmente independientes pero con polaridad distinta (sea lo que sea que significa esto). Es lo que comúnmente se conoce como “almas gemelas” (en inglés, twin souls). Otros lo llaman “andrógino”. A mí me cuesta creerlo, pero raramente me cierro a nada. Esto podría explicar que tengamos recuerdos de otra persona encarnada en nuestro mismo tiempo y que nosotros también aprendiéramos a través de su experiencia. Sin embargo, hay personas que afirman que no les pasa solo con una persona, sino con múltiples. En estos casos, si es que los aceptamos, yo propondría que lo que está ocurriendo es en realidad una especie de proyección mental. Podría ser que esa proyección fuera más fácil con almas que no hemos conocido en esta vida pero con las que tenemos algún tipo de conexión porque las hemos conocido en otras vidas, porque pertenecen a nuestro mismo grupo de almas, etc. Después de todo, muchos dicen que todos los seres humanos estamos interconectados, y que además de poseer una consciencia propia, también existiría una consciencia global. Por otra parte, creo que tendemos a infravalorar nuestra propia capacidad extrasensorial, y creo que sería bastante plausible pensar que en realidad esta persona está interpretando como recuerdos propios vivencias de otra persona de la cual percibe esa información. También creo que si las vidas paralelas fueran un hecho común y corriente, habría muchas más evidencias de ello. No tendría por qué haber ninguna razón por la que todos aquellos que recordamos vidas "pasadas", no pudiésemos recordar también vidas en un tiempo presente (o incluso futuro si lo extendemos a vidas simultáneas propiamente dichas). Pero esto no ocurre casi nunca, y los que recordamos vidas pasadas las llamamos "pasadas" porque siempre tienen lugar en épocas históricas anteriores a la nuestra... y además nuestros recuerdos son consistentes en el tiempo, no cambian y los podemos verificar. Si de verdad reencarnásemos en diferentes líneas de dimensión temporal, donde cualquier pasado es posible, nuestros recuerdos también serían variables. Los casos de vidas paralelas son extremadamente raros, tanto en la bibliografía de reencarnación como fuera de ella. 


VIDAS SOLAPADAS.


Por último, tendríamos las llamadas “vidas solapadas” (del inglés “overlapping lives”): esto ocurriría cuando hay vidas paralelas, pero solo por un corto espacio de tiempo. Por ejemplo, puede ocurrir si en esta vida sabes que has nacido el 22 de Diciembre de 1946, y consigues recordar y verificar una vida en la que la fecha de defunción fue el 15 de Abril de 1947. Evidentemente, hay unos meses en los que supuestamente eras un bebé, y al mismo tiempo aún no habías muerto en tu vida pasada. ¿Es esto posible? Ian Stevenson tiene recogido algún que otro caso en su bibliografía, así que parece ser que ocurrir, ocurren, aunque también sería un fenómeno poco frecuente.

Hay distintas formas de explicarlo. Michael Newton dice que nunca encarnamos con el 100% de nuestra energía, y que parte de nuestra energía siempre se queda en el mundo espiritual. Según esto, podría suceder que usáramos una pequeña parte de esa energía en la próxima encarnación, mientras aún estamos vivos en la vida presente. Esto es extensible al resto de vidas simultáneas. Si bien por mucho tiempo yo también creí en esta teoría, actualmente me parece una explicación muy débil y sin ninguna base científica. Después de elaborar mi Teoría del Tiempo, me di cuenta de que esto se puede explicar por la propia naturaleza del tiempo y el modo en que lo percibimos. Resumiendo mucho, lo que ocurriría es que nosotros, desde nuestra línea de tiempo terrenal, pensamos que son vidas que se superponen, porque parecen coincidir en el tiempo, pero en realidad no coinciden. El tiempo en el mundo espiritual transcurre de manera distinta. Lo que allí nos parecerían años, son solo días en la Tierra. Al morir y pasar a estado espiritual, y luego volver a reencarnar, si lo hacemos muy “deprisa”, podría ocurrir que al volver nos encontremos que el tiempo apenas ha pasado, o incluso nuestro cuerpo anterior aún está viviendo sus últimos días. Esto sí que sería una ilusión. Es una especie de bucle temporal, porque nuestra propia línea temporal no coincide con la línea temporal de la Tierra, hay un desfase. Es difícil de explicar y también de comprender, pero de momento es la única opción que he encontrado para explicar no solo la reencarnación, sino también otros muchos fenómenos paranormales relacionados con el tiempo, como los déjà vus, los sueños premonitorios y las visiones del futuro. 

He de aclarar que nada de lo que estoy diciendo es nuevo. Mi teoría (que es una teoría de andar por casa y sé que no voy a ganar ningún premio Nobel con ella) está basada fundamentalmente en la dualidad onda-corpúsculo y la Teoría del Desdoblamiento del Tiempo de Garnier-Malet, uno de esos científicos ampliamente ignorado por la ciencia actual pero uno de los pocos que de momento ha sido capaz de explicar los fenómenos premonitorios relacionándolos con la forma en la que funciona nuestra consciencia. 

En la parte 2 explicaré lo que pienso del primer supuesto: las vidas simultáneas propiamente dichas, o la simultaneidad del tiempo.   


martes, 1 de diciembre de 2015

¿Somos un cuerpo con alma o un alma con cuerpo?

Como siempre, voy a ser clara y concisa: ninguna de las dos.

Sé que lo que voy a decir es extremadamente revolucionario. La mayor parte de la gente “espiritual” que cree en la reencarnación y se olvida de ser racional lee una frase como esa que dice “No somos un cuerpo con un alma, sino un alma que tiene un cuerpo”, y se queda feliz para el resto de su vida porque entiende que eso resume muy bien sus propias creencias. Sí, a mí también me pasaba, para qué lo voy a negar. No es nada malo, y sé que al principio, para los más escépticos, suena como una solemne tontería. Dar ese primer paso y empezar a aceptar que puede que sea verdad que “somos un ser espiritual teniendo una experiencia humana” está genial. Por cierto, ese primer paso suele producirse cuando muere alguien en el entorno cercano y entonces la persona quiere creer en el más allá y la supervivencia de sus seres queridos. Eso le lleva a investigar y entonces se encuentra con agradables sorpresas (o no, también hay escépticos recalcitrantes)...

Pero, en mi caso, eso ya está quedando muy atrás. Ahora me lamento profundamente de que no pasemos de ahí. Como científica, estoy convencida de que la ciencia encontrará las respuestas, y sé que si mirara donde debe mirar, ya habría dado con muchas pistas acerca de nuestra naturaleza espiritual. Pero entiendo que no nos quieran escuchar a los que tenemos experiencias “espirituales”, porque después de todo, las palabras que solemos escoger para explicar nuestras experiencias no es que tengan mucho sentido desde la ciencia. Decir que somos un alma y que tenemos un cuerpo es como no decir nada, científicamente hablando. ¿Sabemos lo que es alma? No. ¿Explica esa frase el mecanismo de la reencarnación, las experiencias extracorpóreas, las experiencias cercanas a la muerte, las comunicaciones con fallecidos y las apariciones de fantasmas, en todas sus variantes? No. En realidad solo sirve para confundirnos, para que creamos que hay “almas” o “espíritus” (para muchas personas ambos términos son sinónimos) flotando en algún lugar indeterminado del universo, las cuales en determinado momento deciden reencarnar, y entonces van buscando tiernos bebés dentro de mujeres embarazadas para poseer esos cuerpos y nacer en el mundo físico, le guste o no a la madre. Eso sí, hace que pensemos: “Ah, qué bonito es el mundo espiritual”, y dejemos de hacer preguntas incómodas a los científicos que son los que en realidad tienen que ponerse las pilas y empezar a darnos respuestas DE VERDAD en vez de darnos largas, no atreverse a mojarse ni la punta del dedo pulgar o ni siquiera dignarse a investigar EN SERIO todos los testimonios de personas que dicen recordar vidas pasadas o haber vivido cualquiera de las experiencias anteriormente señaladas.

Y por ello me encuentro una vez más aquí frustrada, puesto que parece que soy la única que pasa de esas “citas espirituales” vacías y sin sentido; la única que no se avergüenza de unir ambos mundos, el esotérico y el científico, para ver qué tienen en común. Parece que soy la única en el mundo que parece estar intentando encajar todas las piezas del puzle, pensando de manera distinta y proponiendo nuevos términos para que acabemos comprendiendo cómo reencarnamos, y explicando al mismo tiempo todos esos fenómenos que ocurren todos los días en nuestro mundo y que no pueden ser considerados eventos aislados.


Me quedo patidifusa cuando hablo con investigadores “serios” de reencarnación (no como yo, que solo soy una loca que recuerda vidas pasadas con un blog, un foro y un libro publicado no distinto al de los demás locos que recuerdan vidas pasadas), y la mejor explicación que tienen para la reencarnación es un término que acuñó Ian Stevenson hace como cuarenta años llamado “psicóforo”. Cuando lees lo que esto significa, te das cuenta de que “psicóforo” es lo mismo que alma pero dicho en jerga científica para que sea más difícil de comprender. Si alguien siente curiosidad, estoy hablando del:
“psychophore” en inglés, definido por Ian Stevenson como “un paquete de pensamientos que es capaz de viajar después de la muerte desde ese cuerpo a un nuevo cuerpo, ocupándolo e impregnándolo de consciencia”. 
O sea, más o menos lo mismo que consciencia, que para los científicos es el término equivalente a “alma”, solo que si dicen “consciencia” no quedan como unos pardillos que creen en temas espirituales entre sus colegas.

Así las cosas, aún no sé cómo no hay nadie en el mundo mundial que no se ha dado cuenta de que no somos un cuerpo con alma ni un alma con cuerpo. En realidad, SOMOS CUERPO Y ALMA A LA VEZ. No se pueden separar. Solo comprendiendo esto podemos comprender cómo pueden tener lugar el resto de fenómenos relacionados con la consciencia: los sueños, los sueños lúcidos, los viajes astrales o experiencias extracorpóreas, las experiencias cercanas a la muerte, la aparición de fantasmas y la comunicación con ellos, ya sea a través de sueños (otra vez), personas sensitivas o instrumentos electrónicos (psicofonías y demás). Solo comprendiendo eso podemos explicar algunos temas controvertidos dentro de la reencarnación como las vidas simultáneas o la reencarnación en animales. Comprender eso también supone darnos cuenta del funcionamiento de la mente, y cómo la verdadera consciencia se relaciona con todos esos elementos.

Actualmente estoy trabajando en una teoría que une todo ello, basada en conocimiento científico actual, y que va mucho más allá de lo expuesto aquí. Lo malo es que yo no trabajo como científica, no publico artículos en revistas científicas y por tanto nadie me va a hacer caso. Tampoco me hacen caso la mayoría de los reencarnacionistas, que aún se encuentran perdidos en creencias religiosas como el karma, o en su defecto, afirman sin pudor alguno que la ciencia jamás será capaz de explicar el por qué y el cómo de la reencarnación. Esto en mi opinión es un gran error, pero lo cierto es que tal y como está la ciencia actualmente (bastante despistada), no van a poder hacerlo al menos en... unos cuantos cientos de años. Pero en fin, para esto estamos. Los pioneros vamos derribando las fronteras que nos limitan pero raramente nos reconocen hasta después de muertos. Y yo voy tan adelantada a mi tiempo que si viviéramos en otra época ya habría muerto en la hoguera. Así son las cosas.

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La autora de este blog tiene una amplia formación científica y por ello piensa por sí misma para llegar a las conclusiones y opiniones que aquí se ven reflejadas. La reencarnación es un fenómeno natural y universal. El único objetivo de este blog es reflexionar y ofrecer algunas claves para que todo el mundo pueda darse cuenta de ello por sí mismo.

En ningún caso la autora de este blog posee la Verdad Absoluta. Las opiniones de la autora de este blog son personales, intransferibles y siempre sujetas a discusión. Solo ha vivido una serie de experiencias personales que la han transformado interiormente en los últimos años. Puede dar consejos a todo aquel que lo solicite, pero en ningún caso puede ofrecer ayuda profesional.

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