domingo, 22 de diciembre de 2013

Autohipnosis para dummies.

Este blog está más bien dirigido a personas que ya llevan un tiempo en el mundo de la reencarnación, y además los conceptos básicos están ya bien cubiertos en el foro, pero como aún me encuentro gente con dudas muy básicas sobre la meditación y la terapia regresiva, voy a dedicar la entrada de hoy a responder algunas de estas preguntas básicas.

Me referiré principalmente a la autohipnosis/meditación, puesto que es la técnica que más conozco, pero muchos puntos son comunes a la hipnosis regresiva que cualquier profesional os puede ofrecer.

En primer lugar, he de decir que no me gusta la palabra “hipnosis”, porque tengo comprobado que induce a error a la mayoría de la gente. Lo primero que se imaginan es que el psiquiatra o profesional se va a poner delante de ti con un péndulo, va a hacer que te duermas, y de algún modo te va a sonsacar todo tipo de información que luego cuando despiertes te va a transmitir. Y si tienes una fobia, va a introducir durante la hipnosis una sugestión para que ya no vuelvas a tener miedo a las arañas, por ejemplo. Luego no te acordarás de nada, pero te irás contento porque te habrá dicho que luchaste junto a Napoleón y además ahora tienes ganas de tener una tarántula en casa.

Siento decepcionaros, pero esto no es así. Algunas personas han venido a mí y me han dicho: “Pues es que yo acudí a un terapeuta de vidas pasadas, pero no conseguí recordar mucho, yo creo que no me hizo una regresión en condiciones”. Y no, no es culpa del terapeuta. El terapeuta es solo un guía que te va a ayudar a que entres en un estado de relajación más o menos profundo, de modo que pierdas el contacto con tu cuerpo físico, con tu yo actual, y te despegues lo suficiente de tu vida presente como para que puedas ver desde una perspectiva más amplia y puedas viajar a supuestas escenas anteriores a tu nacimiento. Pero para hacer esto no es indispensable tener a un guía. Ese estado lo puedes alcanzar tú solo en tu casa. Tú mismo te puedes hacer preguntas y esperar a que tu “yo superior” te conteste. Esto ni más ni menos es meditación... y algunos lo llaman estado alterado de consciencia. Pero entrar en un estado alterado de consciencia no es nada raro: no es algo que solo puedan alcanzar los yogis después de años y años de ayuno y meditación, ni algo que solo se consiga mediante la ingesta de algunas drogas psicoactivas... Lo llaman así porque las ondas cerebrales que aparecen en un electroencefalograma son distintas a las que aparecen en estado de vigilia. El sueño es un estado alterado de consciencia. Y estar relajado profundamente, también. La autohipnosis o la hipnosis regresiva que van a utilizar los terapeutas con nosotros no son más que estados de relajación profunda en el que jamás vamos a perder la consciencia. Y con la práctica no es muy distinto a meditar. Por ello yo los suelo utilizar como sinónimos, aunque no es exacto del todo.

Reconozco que no sé mucho de meditación. Cuando hace un año o así, alguien que acudía asiduamente a un centro budista me habló de la meditación de compasión, no sabía de lo que me hablaba. Sin embargo, a mí me sorprendió aún más que él no supiera que a través de la meditación puedes recordar vidas pasadas. Y en ocasiones incluso he escuchado comentarios de que en estos centros de meditación evitan hablar de vidas pasadas, hecho que no acabo de comprender. Yo empecé a meditar con un libro muy básico escrito en un lenguaje incomprensible que ya he olvidado por completo y que no me resultó nada práctico. Yo solo quería relajarme para mejorar mi ansiedad. Y cuando menos lo esperaba, me encontré de pronto como una niña pequeña recorriendo el pasillo de la casa de mi infancia, con tal detalle que parecía que estaba físicamente de nuevo allí. Y ahí empezó todo...

Me costó volver a alcanzar el mismo estado de relajación que alcancé en aquella ocasión, pero siguiendo los consejos de gente con más experiencia y con ayuda de las grabaciones de autohipnosis que ya todos debéis conocer, acabé lográndolo otra vez, y entonces no fui a mi infancia, sino mucho, mucho más atrás...

Por supuesto, yo también tenía mis dudas y mis miedos, que poco a poco fui resolviendo. Dudas como las siguientes:

- ¿Hay algún tipo de contraindicación médica para realizar autohipnosis? Absolutamente ninguna. Es más, ya se han demostrado científicamente los beneficios de la meditación.

- ¿Cualquiera puede hacerlo? Básicamente, sí. A algunas personas se les da mejor a otras. Pero en general es cuestión de paciencia y práctica.

- ¿Qué pasa si me quedo dormido? Absolutamente nada. De hecho, es bastante normal quedarte dormido al principio, por el estado de relajación tan profundo que alcanzas.



- ¿Voy a perder el control en algún momento? No. Estás continuamente en control de lo que está pasando. La autohipnosis o meditación es un estado de consciencia en el que tus sentidos están agudizados, tu concentración está trabajando al máximo (de hecho, al acabar te notarás cansado mentalmente), y si estás en un nivel profundo de verdad, lo verás todo como en una película, con todo lujo de detalles, sin que tú tengas que pensar nada... la información te llegará a la mente sin esfuerzo. Y si en algún momento piensas que no vas a poder soportar determinadas emociones, o te da miedo ver algo, solo tendrás que alejarte mentalmente de esa escena y avanzar a otro momento, o bien “despertar” directamente, es decir, hacer desaparecer esas escenas y volver a tu estado de vigilia normal.

- ¿Puedo quedarme “atrapado” en el pasado? Nunca. Por las mismas razones que acabo de comentar.

- ¿Cuánto tiempo puedo pasar meditando? Todo el que quieras. Aunque por lo general después de una hora o dos te empiezas a cansar de estar siempre en la misma posición y además el trabajo mental cansa mucho, así que podemos decir que tu propio cuerpo te pedirá un descanso.

- ¿Cuántas veces a la semana puedo hacer autohipnosis? Igualmente, todo lo que quieras. En general, es muy recomendable meditar 20 o 30 minutos diarios de manera rutinaria, pero solo meditar no es una regresión a vidas pasadas. Las regresiones pueden ser muy intensas emocionalmente y a veces necesitarás un tiempo para asimilar todas esas emociones y toda la información que te ha llegado, por lo que una vez a la semana o cada quince días está bien. Yo al principio hacía varias por semana. Ahora no llega a una al mes, solo cuando siento que hay algo que me está perturbando.

- ¿Por qué yo no veo nada? Hay personas que en lugar de trabajar de manera visual, trabajan más bien con información pura y dura, por lo que les vienen datos (fechas, nombres) a la cabeza, palabras en otros idiomas que no conocen , o incluso trabajan con sensaciones y emociones. No pasa nada, lo importante es llegar a conectar con tu yo interior.

- ¿Es normal sentir dolores físicos? Sí, a mí me ocurre con frecuencia. Por supuesto, hablo de dolores que no se dan en estado normal, que no se corresponden con ninguna patología que sufra en mi vida actual, y que desaparecen por completo justo después o un rato después de acabar la autohipnosis. A veces no me ha venido ninguna imagen, pero sí he sentido dolores leves muy localizados, relacionados con supuestas lesiones que sufrí en el pasado, o incluso determinadas sensaciones relacionadas con maneras muy específicas de morir o determinados síntomas de enfermedades... que luego pude verificar.

Creo que no se me olvida nada... pero si tenéis alguna pregunta, podéis hacérmela en cualquiera de los lugares que tenéis a vuestra disposición.

Si queréis saber más:

jueves, 12 de diciembre de 2013

Personalidad y vidas pasadas.

¿Somos o no somos la misma persona en cada una de nuestras encarnaciones? ¿Mantenemos la misma personalidad vida tras vida? ¿Tiene nuestro espíritu unas características determinadas que nos diferencian como individuo?

Estas son preguntas muy frecuentes en el mundo de la reencarnación. He notado en los últimos tiempos que hay personas que, por alguna extraña razón, piensan que la existencia de la reencarnación implica una pérdida de su individualidad, y tienen miedo de perder su “esencia”, lo que han sido, incluso a veces sus recuerdos, o los recuerdos de las personas a las que quieren… Nada más lejos de la realidad.

Antes de profundizar en esta cuestión, creo que primero deberíamos definir qué es la personalidad. Para no complicarlo mucho, solo diré que después de consultar varias fuentes, creo que podríamos decir que la personalidad es el conjunto de características físicas, genéticas y sociales que reúne un individuo, y que lo hacen diferente y único al resto de los individuos. No solo influye la herencia, sino también el ambiente en el que creces, la educación que recibes dentro y fuera de casa, y cualquier acontecimiento acaecido durante la infancia que pueda dejarte una profunda huella. De hecho, la infancia es una de las etapas a la que los psiquiatras siempre acuden primero cuando necesitan encontrar el origen de algún problema, muchas veces utilizando la terapia regresiva. Pero, ¿qué ocurre cuando ese origen no está en la infancia, sino más atrás? ¿Influyen nuestras vidas pasadas en nuestra personalidad?

Como es de esperar en un blog como este, la respuesta no puede ser otra: rotundamente, sí. Mucho más de lo que podemos llegar a imaginar. Siempre suelo decir que nada es casualidad. No digo esto porque sí. Lo digo con conocimiento de causa, y porque yo misma, tras largo tiempo experimentando por mi cuenta, y también leyendo las experiencias de otras personas, he podido comprobar que hasta el más insignificante detalle de nuestra personalidad, tiene relación con algo que hemos vivido en el pasado (no necesariamente un trauma). Nuestros gustos, nuestras aficiones, nuestras habilidades, aquello que nos produce un rechazo visceral, lo que nos atrae y lo que no, nuestras simpatías por determinadas personas, nuestra inclinación por algún oficio… Absolutamente todo.

Hay que tener en cuenta que el ambiente en el que crecemos y la educación juegan un papel muy importante, y esto es muy variable en cada vida… Evidentemente, no tiene nada que ver una pequeña e indefensa señorita de familia noble, de la que lo único que se espera es casarse con un buen marido y ser una buena esposa, que un leñador de una aldea súbitamente asediada por invasores, que de pronto tiene que defender a su familia. Y sin embargo… pueden encerrar al mismo espíritu. Por ello hace poco pensé que deberíamos diferenciar entre características “superficiales” de nuestra personalidad, que serían las que son más susceptibles al cambio de una vida a otra (por ejemplo gustos por determinadas comidas, aficiones, forma de vestir, etc); y características “profundas”, que serían aquéllas más ligadas al espíritu y que se mantienen constantes o casi constantes: cierta tendencia a la rebeldía, tener un espíritu aventurero, ser más o menos generoso, resistencia frente a las adversidades, etc. Por supuesto, el ser humano que somos en cada vida es el resultado de la mezcla de todos estos factores, por lo que algunas de las características profundas se podrían ver eclipsadas si encarnamos bajo determinadas circunstancias: si somos fuertes e independientes, encarnar en una mujer con cuerpo débil y obligada a ser sumisa, va a producir unos contrastes que van a ser difíciles de sobrellevar… Por el contrario, si encarnamos en un hombre fuerte y agresivo, tal combinación puede hacer que esa personalidad se desequilibre y que sus acciones no sean las más adecuadas… y no creo que esto sea casualidad.

También creo que nuestro espíritu (o sea, nuestro verdadero yo) es mucho más de lo que como ser humano podemos llegar a ser y expresar. No en vano muchos dicen que el cuerpo humano es como una cárcel para el alma. Dice Brian Weiss que en cada encarnación escogemos aquellas características de personalidad que queremos trabajar, como si fueran un traje, y con él nos enfrentamos a la vida que hemos elegido vivir. Yo estoy bastante de acuerdo con esta teoría… porque lo he vivido personalmente. Después de dos años meditando y haciendo regresiones con frecuencia, me he dado cuenta de que nada en mi personalidad es así por casualidad. Cuando empecé mi viaje personal apunté en mi diario de vidas pasadas aquellos rasgos que pensaba podían estar relacionados con vidas pasadas, y casi todos acabaron teniendo su explicación. Y a día de hoy, cuando tengo determinadas reacciones ante situaciones de la vida diaria, o me hundo en determinados estados de ánimo, sé perfectamente que a veces provienen de circunstancias que viví en otras vidas, hace ochenta años… o hace tres siglos. Porque el tiempo, en esto de las vidas pasadas, no significa nada.


Algunos pueden objetar, como hace poco pude leer en un foro, que muchos de los que hacemos regresiones, podríamos estar imaginando esa causa que ha producido determinado problema en nuestra vida actual. Que sin duda esto tendría su valor terapéutico, pero no tiene por qué ser una vida pasada realmente, sino solo una forma de nuestra mente de procesar ese trauma. Por ejemplo, si tenemos dolor en las cervicales, podríamos “imaginar” en el transcurso de esa regresión que fuimos ahorcados en una vida pasada. Al aceptar esa supuesta muerte traumática, el dolor desaparece. Sin duda, esto sucede muchas veces. La cuestión es… que cuando haces no solo una, sino docenas de regresiones, empiezan a surgir “historias” que, aunque pueden explicar parte de nuestra personalidad, por ejemplo, son ricas en muchos otros detalles que nadie, jamás, habría elegido “imaginar” para sí mismo. Aparte de que no siempre se da esa relación entre dolor físico en la vida actual y cierto acontecimiento traumático en vidas pasadas… o yo posiblemente no podría ni levantarme de la cama. Yo jamás tuve ningún problema en mis cervicales… y sí, he muerto ahorcada en alguna ocasión. Y además es una de las vidas que tengo verificadas. Pero no soy solo yo. Hay otros muchos que recuerdan haber sido víctimas del holocausto, o soldados muertos en una batalla, o víctimas de asesinatos… y muchos otros recuerdan haber matado, que, aunque no lo parezca, suele ser igual o más de traumático que haber sido víctima, por los sentimientos de culpa que acarrea. Nadie quiere recordar esas cosas. De eso estoy completamente segura. 

Pero, volviendo al tema que nos ocupa, he llegado a la conclusión de que todos nosotros, en estado espiritual, tenemos nuestra propia personalidad. Somos como un diamante con múltiples facetas que deben ser pulidas a través de milenios y sucesivas encarnaciones. Son tantas las facetas que solo podemos elegir dos o tres en cada una de nuestras vidas. ¿Cambiamos? Pues aquí podría haber tantas respuestas como individuos: cada uno es libre de cambiar o no. Todo depende de qué queremos hacer. Algunos solo vienen de vacaciones, a divertirse… otros sí vienen a aprender, o al menos lo intentan. Posiblemente hay vidas duras y vidas no tan duras para poder descansar un poco. Cada vida es totalmente distinta a la anterior, porque de eso se trata, de experimentar todo lo que podamos, de todas las maneras posibles. Todas las experiencias te cambian, así que tal vez se pueda decir que sí, cambiamos… pero lo que yo he observado personalmente es que ese cambio se produce muy poco a poco. Algunos avanzan, y luego retroceden (aparentemente). Puede que en una vida hayas sido alguien ejemplar… y en otra cometes “errores” incomprensibles. Es un proceso largo y laborioso. Pero solo así nuestro espíritu puede ir enriqueciéndose y adquiriendo sabiduría. Me gusta comparar este proceso con la forja de una espada: poco a poco la vida te va haciendo madurar, y aunque en esencia sigues siendo el mismo, tal vez tu carácter y tu forma de reaccionar ante determinadas situaciones van cambiando con el paso de las vidas. Supongo que si no fuera así, nada de esto tendría sentido. Siempre es mejor la compasión que matar a alguien, aunque ese alguien sea tu enemigo. Por desgracia, lo más normal es que necesitemos unas pocas decenas de vidas para comprender algo tan básico.  

Por último, añadir que intuitivamente sé qué características son propias de mi espíritu (mi verdadero yo). Esas características suelen ser comunes a varias vidas... y se hacen más claras en estados "alterados" de consciencia, por decirlo así... cuando te logras "separar" de tu personalidad humana actual y conectas con tu yo superior, te desprendes del peso que supone ser un simple humano, a veces te haces consciente por unos instantes de que eres mucho más que esa persona de carne y hueso con la que tanto nos identificamos. En cambio, no estoy tan segura de si lo que los demás perciben de mí coincide en todas ellas. Es decir, no sabría decir si ciertos rasgos de personalidad como la introversión/extraversión se mantienen. Yo diría que en estos casos hay un gran componente genético, y por tanto varían con cada cuerpo. En las regresiones es difícil llegar a tal nivel de detalle, pero por ejemplo sí que puedes llegar a percibir si podía llegar a haber algún tipo de trastorno mental, o alguna dificultad especial en el aprendizaje, o si tenías facilidad para leer o escribir. El cuerpo limita muchas veces la capacidad de expresión del espíritu. Y creo que la introversión/extraversión también entraría dentro de esta categoría. En esta vida he sido siempre muy callada, sin embargo en otras parece ser que no se me daba mal mediar en conflictos diplomáticos. En cambio, el deseo de viajar y un fuerte sentido de mi libertad personal… eso no me lo quita nadie.  

Y algo que impresiona mucho es cuando logras encontrar registros históricos de esa persona que supuestamente fuiste en el pasado y encuentras tales similitudes con tu yo actual (incluyendo rasgos superficiales y profundos de personalidad), totalmente objetivos y documentados, que cuesta creer que se deba a una simple casualidad. Eso es algo que todavía estoy tratando de asimilar…

martes, 10 de diciembre de 2013

Claro como el agua.

Aunque prefiero no hablar mucho de lo que opinan otras personas sobre la naturaleza del ser humano, el significado de la vida, y la realidad de la reencarnación, porque este blog está pensado para verter mis opiniones personales e intransferibles sobre lo que yo considero un hecho, hoy voy a hacer una excepción y voy a invitar a los lectores a que escuchen esta conferencia del Dr. Juan José López que tuvo lugar en un congreso en Albacete a finales de octubre de 2013:


¿Y por qué? Por varias razones. Primero, porque es la única persona que conozco que ha atado cabos y se ha dado cuenta de los puntos en común que existen entre las regresiones a vidas pasadas, las experiencias cercanas a la muerte, las experiencias extracorpóreas, y las experiencias en el lecho de muerte… aunque posiblemente podríamos añadir algunos fenómenos más como la especial conexión que tienen niños y ancianos con el más allá o las canalizaciones de espíritus desencarnados. O… al menos, es la única persona que se ha dado cuenta (aparte de mí), y no tiene miedo de decirlo en público. Aunque viendo el vídeo, si prestáis atención, comprobaréis que el Dr. Juan José López no pronuncia ni una sola vez la palabra “reencarnación” (si no me equivoco). Me pregunto por qué… 

Segundo, porque, tristemente, parece que en este país (y probablemente en parte del extranjero) el hecho de tener un título académico le da una validez extra a tus opiniones y a tus experiencias. Yo también lo tengo, pero como no lo voy anunciando a los cuatro vientos y además, según algunos, “me escondo” tras un nombre falso, parece ser que lo que yo digo en este blog, en el foro que administro, y en determinadas redes sociales, es tomado a chirigota por el común de los mortales… al menos, el común de los mortales que frecuentan esas redes sociales. Y por si hay alguna duda, no, no tengo ningún trauma respecto a esto último. Pero sí me entra una gran tristeza al comprobar día a día que las dudas sobre nuestra inmortalidad continúan, cuando las respuestas están al alcance de nuestra mano…

Y tercero, porque la actitud del Dr. Juan José López es la actitud que deberían tener todos los científicos del mundo, y por supuesto, todos los médicos que aspiren a prestar un buen servicio a sus pacientes, en especial a los pacientes terminales, que son los que necesitan aún más una medicina humana y de calidad, para que, como dicen los tibetanos, puedan hacer ese último tránsito de manera consciente y pacífica, para llegar a la próxima vida con menos traumas y saber perfectamente que no deben apegarse a lo terrenal, a lo que dejan aquí, y continuar su camino hacia la luz. Esa actitud consiste simplemente en tener una mente abierta, estudiar todos los fenómenos sin prejuicios, y sobre todo, escuchar lo que las personas nos dicen sin contestar con el típico “Eso es tu imaginación”, cuando se trata de un niño; “Eso son alucinaciones o delirios”, cuando se trata de un anciano; o, en el peor de los casos, “Estás loco” cuando eres un adulto normal que ha vivido una serie de experiencias que ni tú mismo comprendías al principio y que has analizado racionalmente a lo largo de varios años hasta llegar a una conclusión muy clara: la reencarnación es un hecho, y todos somos inmortales. Tan clara como el agua.

Hay algunos puntos en los que estoy en desacuerdo con el Dr. Juan José López, pero solo porque su perspectiva es la de un terapeuta cuyo objetivo es ir a la raíz de un problema emocional que afecta al paciente. Aunque no puedo negar la gran aportación que hacen estos terapeutas a la reencarnación (aunque la gran mayoría se cuidan muy bien de no afirmar rotundamente “Creo en la reencarnación”, no sea que arruinen su reputación), estos terapeutas suelen no prestar atención al hecho de que hay numerosas personas que tienen sueños de vidas pasadas, recuerdos espontáneos y otro tipo de signos que quizá podrían llamarse “evidencia circunstancial”, que no siempre están relacionados con traumas psicológicos o asuntos sin resolver, y que apuntan sin lugar a dudas a la realidad de la reencarnación. Y también suelen olvidar que las regresiones no tienen por qué circunscribirse a un ambiente médico. Todos podemos recordar vidas pasadas. Uno de los métodos más útiles para hacerlo es la meditación, práctica que aporta numerosos beneficios ya demostrados científicamente y asequible para todo el mundo. A veces parece que solo si te hipnotizan puedes recordar vidas pasadas, y esto es completamente falso. Y muchas otras personas continúan poniendo en duda la validez de las regresiones sin saber tan siquiera en qué consisten (como decía el Dr. Juan José López, hay que probarlo para saber de qué se está hablando), o posiblemente porque no son conscientes de que después de obtener esos datos, hay que investigar para verificar esos supuestos recuerdos. Y hay que investigar mucho, en ocasiones durante años. Y de esta forma se han obtenido sorprendentes verificaciones que no dan lugar a duda. No hay nada como vivirlo uno mismo para convencerte. Por eso me embarqué en esta aventura… y por eso sigo investigando a día de hoy.

Sin embargo, mi investigación “de campo” sobre la reencarnación (y algo menos sobre experiencias extracorpóreas) ha tenido lugar en los últimos dos años. Antes de eso, leí mucho sobre experiencias cercanas a la muerte y otros fenómenos paranormales, y leí algún libro sobre terapia regresiva, hallando enseguida esos puntos en común que comentaba al principio y que para mí, si no son prueba irrefutable, al menos son muy buenos indicios de que nuestro alma sobrevive, de que existe un periodo entre vidas en el que hacemos balance de nuestra última encarnación y preparamos nuestra próxima vida, y sea como sea, volvemos con un nuevo cuerpo. En las regresiones, muchas personas describen el mismo túnel de luz que también describen muchas personas que sufren ECM’s, y muchas personas que sufren ECM’s (con frecuencia se confunden con experiencias extracorpóreas durante la anestesia, como bien refería el doctor en la conferencia… y he de decir que es la primera persona a la que se lo oigo decir), describen sensaciones que también describen las personas que realizan viajes astrales, conscientemente o de manera espontánea. Muchas personas mediante regresión al periodo entre vidas también relatan cómo podían ponerse en contacto con personas encarnadas, por métodos que bien conocen médiums y espiritistas, o por simples sueños que muchas personas en duelo tienen y que, como siempre, los achacan al dolor o al deseo de volver a ver a la persona que han perdido. Solo hay que unir las piezas del puzle. Lo tenemos delante de nuestros ojos, y seguimos sin ser capaces de verlo.

Los signos están ahí. Llevan ahí desde tiempo inmemorial. La ciencia y la parapsicología los llevan estudiando durante décadas, durante siglos… pero por alguna razón el ser humano se debate entre las creencias que sus respectivas religiones les han impuesto, y el escepticismo más recalcitrante de algunos científicos, pseudoescépticos, o aquellos que si no lo ven, no lo creen, pero como tampoco hacen nada por verlo, nunca lo creerán… Las dudas pueden con nosotros. La ciencia y la racionalidad se han convertido en nuevos dioses a los que algunos siguen ciegamente, olvidando que las respuestas están el corazón. O, como bien dice el Dr. Juan José López… “la respuesta está en el alma”.



ENTRADAS POPULARES

Entrada destacada

La validez de la hipnosis para verificar vidas pasadas.

DERECHOS RESERVADOS

Registrado en Safe Creative
Safe Creative #1503200166082

Si quieres utilizar parte del texto, por favor, pregúntame antes. No me importa compartir lo que escribo, siempre que se me pida permiso y se haga referencia a la autora.

MUY IMPORTANTE

La autora de este blog no pertenece a ninguna religión ni a ninguna secta, ni tampoco es ferviente seguidora de ninguna doctrina espiritual, espírita o new age. Tampoco es una fanática lectora de ningún escritor más o menos popular que hable en sus libros sobre terapia o hipnosis regresiva.

La autora de este blog tiene una amplia formación científica y por ello piensa por sí misma para llegar a las conclusiones y opiniones que aquí se ven reflejadas. La reencarnación es un fenómeno natural y universal. El único objetivo de este blog es reflexionar y ofrecer algunas claves para que todo el mundo pueda darse cuenta de ello por sí mismo.

En ningún caso la autora de este blog posee la Verdad Absoluta. Las opiniones de la autora de este blog son personales, intransferibles y siempre sujetas a discusión. Solo ha vivido una serie de experiencias personales que la han transformado interiormente en los últimos años. Puede dar consejos a todo aquel que lo solicite, pero en ningún caso puede ofrecer ayuda profesional.

MUCHO MÁS EN FORO REENCARNACIÓN

MUCHO MÁS EN FORO REENCARNACIÓN
Si te gusta lo que lees en este blog, debes saber que esto es una mínima parte de lo que puedes encontrar en nuestra comunidad de Foro Reencarnación. Mucha más información, muchos más enlaces, pero sobre todo, muchas más personas con similares experiencias que podrán ayudarte en tu búsqueda personal. Visítanos, recuerda que no estás solo.

MILITARY PAST LIVES

MILITARY PAST LIVES
Si recuerdas una vida pasada militar o en tiempos de guerra y quieres conocer a personas que han pasado por lo mismo y que pueden comprenderte, no dudes ni un segundo en unirte a nosotros. Algunos de los traumas más fuertes tienen su origen en estas vidas, y todos necesitamos hablar de ello y ser escuchados. (Foro en inglés).

CONOCE TU PASADO. CONÓCETE A TI MISMO.

CONOCE TU PASADO. CONÓCETE A TI MISMO.