Como siempre, voy a ser clara y concisa: ninguna de las dos.
Sé que lo que voy a decir es extremadamente revolucionario.
La mayor parte de la gente “espiritual” que cree en la reencarnación y
se olvida de ser racional lee una frase como esa que dice “No somos un cuerpo
con un alma, sino un alma que tiene un cuerpo”, y se queda feliz para el resto
de su vida porque entiende que eso resume muy bien sus propias creencias. Sí, a
mí también me pasaba, para qué lo voy a negar. No es nada malo, y sé que al
principio, para los más escépticos, suena como una solemne tontería. Dar ese
primer paso y empezar a aceptar que puede que sea verdad que “somos un ser
espiritual teniendo una experiencia humana” está genial. Por cierto, ese primer paso suele producirse cuando muere alguien en el entorno cercano y entonces la persona quiere creer en el más allá y la supervivencia de sus seres queridos. Eso le lleva a investigar y entonces se encuentra con agradables sorpresas (o no, también hay escépticos recalcitrantes)...
Pero, en mi caso, eso ya está quedando muy atrás. Ahora me
lamento profundamente de que no pasemos de ahí. Como científica, estoy
convencida de que la ciencia encontrará las respuestas, y sé que si mirara
donde debe mirar, ya habría dado con muchas pistas acerca de nuestra naturaleza
espiritual. Pero entiendo que no nos quieran escuchar a los que tenemos
experiencias “espirituales”, porque después de todo, las palabras que solemos
escoger para explicar nuestras experiencias no es que tengan mucho sentido
desde la ciencia. Decir que somos un
alma y que tenemos un cuerpo es como no decir nada, científicamente hablando.
¿Sabemos lo que es alma? No. ¿Explica esa frase el mecanismo de la
reencarnación, las experiencias extracorpóreas, las experiencias cercanas a la
muerte, las comunicaciones con fallecidos y las apariciones de fantasmas, en
todas sus variantes? No. En realidad solo sirve para confundirnos, para que
creamos que hay “almas” o “espíritus” (para muchas personas ambos términos son
sinónimos) flotando en algún lugar indeterminado del universo, las cuales en
determinado momento deciden reencarnar, y entonces van buscando tiernos bebés
dentro de mujeres embarazadas para poseer esos cuerpos y nacer en el mundo
físico, le guste o no a la madre. Eso sí, hace que pensemos: “Ah, qué bonito es
el mundo espiritual”, y dejemos de hacer preguntas incómodas a los científicos
que son los que en realidad tienen que ponerse las pilas y empezar a darnos
respuestas DE VERDAD en vez de darnos largas, no atreverse a mojarse ni la
punta del dedo pulgar o ni siquiera dignarse a investigar EN SERIO todos los
testimonios de personas que dicen recordar vidas pasadas o haber vivido
cualquiera de las experiencias anteriormente señaladas.
Y por ello me encuentro una vez más aquí frustrada, puesto
que parece que soy la única que pasa de esas “citas espirituales” vacías y sin
sentido; la única que no se avergüenza de unir ambos mundos, el esotérico y el
científico, para ver qué tienen en común. Parece que soy la única en el mundo
que parece estar intentando encajar todas las piezas del puzle, pensando de
manera distinta y proponiendo nuevos términos para que acabemos comprendiendo
cómo reencarnamos, y explicando al mismo tiempo todos esos fenómenos que
ocurren todos los días en nuestro mundo y que no pueden ser considerados
eventos aislados.
Me quedo patidifusa cuando hablo con investigadores “serios”
de reencarnación (no como yo, que solo soy una loca que recuerda vidas pasadas
con un blog, un foro y un libro publicado no distinto al de los demás locos que
recuerdan vidas pasadas), y la mejor explicación que tienen para la
reencarnación es un término que acuñó Ian Stevenson hace como cuarenta años
llamado “psicóforo”. Cuando lees lo que esto significa, te das cuenta de que
“psicóforo” es lo mismo que alma pero dicho en jerga científica para que sea
más difícil de comprender. Si alguien siente curiosidad, estoy hablando del:
“psychophore” en inglés, definido por Ian Stevenson como “un paquete de pensamientos que es capaz de viajar después de la muerte desde ese cuerpo a un nuevo cuerpo, ocupándolo e impregnándolo de consciencia”.
O sea, más o menos lo mismo que consciencia, que para los
científicos es el término equivalente a “alma”, solo que si dicen “consciencia” no quedan
como unos pardillos que creen en temas espirituales entre sus colegas.
Así las cosas, aún no sé cómo no hay nadie en el mundo
mundial que no se ha dado cuenta de que no somos un cuerpo con alma ni un alma con
cuerpo. En realidad, SOMOS CUERPO Y ALMA
A LA VEZ. No se pueden separar. Solo comprendiendo esto podemos comprender
cómo pueden tener lugar el resto de fenómenos relacionados con la consciencia:
los sueños, los sueños lúcidos, los viajes astrales o experiencias
extracorpóreas, las experiencias cercanas a la muerte, la aparición de
fantasmas y la comunicación con ellos, ya sea a través de sueños (otra vez),
personas sensitivas o instrumentos electrónicos (psicofonías y demás). Solo
comprendiendo eso podemos explicar algunos temas controvertidos dentro de la
reencarnación como las vidas simultáneas o la reencarnación en animales. Comprender eso también supone darnos
cuenta del funcionamiento de la mente, y cómo la verdadera consciencia se
relaciona con todos esos elementos.
Actualmente estoy trabajando en una teoría que une todo
ello, basada en conocimiento científico actual, y que va mucho más allá de lo
expuesto aquí. Lo malo es que yo no trabajo como científica, no publico
artículos en revistas científicas y por tanto nadie me va a hacer caso. Tampoco
me hacen caso la mayoría de los reencarnacionistas, que aún se encuentran perdidos
en creencias religiosas como el karma, o en su defecto, afirman sin pudor
alguno que la ciencia jamás será capaz de explicar el por qué y el cómo de la
reencarnación. Esto en mi opinión es un gran error, pero lo cierto es que tal y
como está la ciencia actualmente (bastante despistada), no van a poder hacerlo
al menos en... unos cuantos cientos de años. Pero en fin, para esto estamos.
Los pioneros vamos derribando las fronteras que nos limitan pero raramente nos
reconocen hasta después de muertos. Y yo voy tan adelantada a mi tiempo que si
viviéramos en otra época ya habría muerto en la hoguera. Así son las cosas.
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Totalmente de acuerdo, desde hace ya mucho tiempo pienso (y siento) q somos alma (o psicóforo) y cuerpo a la vez. Y también creo q el espíritu es otra cosa. No se puede negar el cuerpo y quedarse tan frescos, parece q no nos demos cuenta de hasta qué punto nos condiciona y posibilita, y tampoco negar el alma se puede ya a estas alturas, cualquiera q tenga dos dedos de frente (vale, habrá muchos, pero honestamente no se puede...) Somos ambas cosas con capacidades en los dos ámbitos (material y astral/mental). A la vez. Y saber eso creo q nos da pistas para muchas cosas. Muy buena entrada!
ResponderEliminar¿Podrías explayarte más sobre lo de que cuerpo y alma son la misma cosa?
ResponderEliminarTambién me interesa mucho sobre la teoría que hablas. ¿Podrías explicarnosla?
Hola. Explicarlo todo me llevaría mucho tiempo y espacio, y ya la tengo escrita en otros lugares. Si estás interesado puedes hacerte miembro de Foro Reencarnación y leer este hilo: http://fororeencarnacion.freeforums.org/el-proceso-de-la-reencarnacion-la-analogia-del-agua-t1560.html (entre otros), es solo una parte de mi teoría. El resto está en inglés en otro foro.
EliminarResumiendo mucho, esto que digo se basa en la dualidad onda-partícula. Nuestros átomos son los que forman el cuerpo físico, pero a niveles cuánticos (o incluso mucho más allá), es muy posible que esos átomos "se comporten" como ondas. Es por eso que mucha gente dice que somos "seres de luz". La luz es una onda, ni más ni menos. Y no es que el cuerpo y el alma sean la misma cosa, son solo distintas formas en las que nosotros, como espíritus, nos manifestamos. Piensa por un momento en un iceberg, agua líquida y vapor de agua. ¿Dudas que son cosas distintas? No, las tres formas son AGUA. Lo mismo pasa con nosotros. No es que seamos vapor de agua y "nos introduzcamos" en un iceberg o un cubito de hielo, sino que nos transformamos en un cuerpo sólido para poder vivir en un mundo físico. Eso es, para mí, la reencarnación.
Muy razonable e interesante. Da para pensar. ;)
ResponderEliminarGracias.
Desde mi punto de vista estais en lo cierto.Somos un pack de mente,cuerpo,alma y espiritu.Habra que seguir luchando para seguir firmes en este conocimiento.Los cuatro niveles,por deciro de algun modo,estan interconectados por atomos.Poco a poco se ira esclareciendo el tema.Un saludo.
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