No, no me he ido aún. La baja actividad del último mes no se
debe a que haya desaparecido del mundo de la reencarnación (todavía), sino a
unas vacaciones, otros proyectos literarios, un resfriado de última hora... y
también a haber estado volcada con los últimos retoques de La Caja de Pandora, en sus dos versiones, la española y la inglesa.
Eso incluye la portada, maquetaciones varias, corrección de erratas y
redacción, contacto con los colaboradores rezagados que debían ultimar sus testimonios... Vamos, que
me lo he currado como el que más.
Ha sido durillo, para qué os lo voy a negar. No solo por el trabajo intelectual que supone escribir un libro (y hacerlo bien), sino también por todo el peso emocional que conlleva hablar de cosas tan privadas y que tienen tanto significado para mí. Los que están en
el foro ya lo saben porque conocen gran parte de la historia, y algunos han sido testigos directos de cómo se fue desarrollando todo. Me refiero especialmente a los
que me vieron llegar a MPL como una principiante bastante perdida, sin estar
muy segura aún de si recordaba vidas pasadas o qué carajo me estaba pasando. Y
pensar hasta dónde he llegado...
En el libro cuento toda esa historia con bastante detalle.
No todo, porque eso es imposible (necesitaría de varios volúmenes... bueno,
quizá empiece con el primero pronto, y esto acabe convirtiéndose en una “saga”
como los libros de Brian Weiss), pero sí lo suficiente como para que los lectores
se hagan una idea de lo que significa recordar y lo que es la reencarnación “de
verdad”, es decir, la práctica, no la teoría. De eso hay muy poco todavía,
tanto dentro como fuera de internet. Y el principal objetivo del libro es que
vosotros mismos os pongáis a trabajar y descubráis por vosotros mismos si la
reencarnación es un hecho o no. Que busquéis las respuestas en vuestro
interior, porque no las vais a encontrar en ningún otro lugar.
Han sido casi cuatro años de intenso trabajo, de intensa
lucha, tanto conmigo misma como con los que se toparon conmigo en una etapa
temprana de mi viaje y pretendieron silenciar mis experiencias o hacerme quedar
como una loca que no sabía de lo que hablaba. Contra los que quisieron burlarse
de mí. Eso quedó muy atrás. ¿Qué iban a saber ellos? ¿Cómo iban a imaginarse
todo lo que yo, en mi propia casa, con la ayuda de otros que habían pasado por
lo mismo que yo, estaba aprendiendo y experimentando?
Si he de ser sincera, esto se siente como el final de una
larga etapa, como la conclusión de algo que tenía que hacer en esta vida. No,
no me refiero a publicar un libro, sino a cerrar determinados episodios de mi
vida (la espiritual) que comenzaron siglos atrás, en otros tiempos... No todo
está cerrado. Aún quedan algunas heridas aquí y allá, acontecimientos que aún
me duelen, miedos que perduran, frustraciones que no desaparecen. Pero eso es
vivir. Y si una cosa tengo clara, es que quiero seguir viviendo (y muriendo)
aún muchas veces más, y eso implica sentir y seguir conviviendo con emociones
más o menos intensas. En el fondo, podría decir aquello de “Si hay que
apuntarse a un bombardeo, yo me apunto...” A pesar de todo.
Esta no es la presentación oficial del libro, que ahora
mismo está dorándose en el horno, pero sí quería avisaros de que he actualizado la página, añadiendo los capítulos de los que consta, para que se os vaya abriendo el
apetito.
Ya solo os queda esperar un poquito más...