A continuación voy a analizar el citado audio, el cual podéis escuchar aquí, a partir del minuto 22 aproximadamente:
Bueno, así en general me parece un resumen de lo más superficial, lo cual no me sorprende porque es algo a lo que ya estoy bastante acostumbrada en este país, donde los únicos que hablan públicamente de reencarnación son periodistas como él que se han pasado una tarde buscando información en internet para hacer su reportaje, o lo que es aún peor, espiritistas en conferencias “esotéricas” donde te sueltan todo lo que han aprendido en sus doctrinas prefabricadas. Yo llevo seis años investigando en serio la reencarnación, recuerdo múltiples pasadas y he escrito ya dos libros sobre el tema. Posiblemente soy la mayor experta que existe en reencarnación en este país y conmigo no contacta nadie. Es curioso… Quizá soy demasiado seria para lo que andan buscando. Lo peor es que, según Santiago Camacho, hay muchas personas que dicen recordar vidas pasadas que le escriben a él, no sé muy bien para qué… Claro, así va el mundo.
En cualquier caso, Santi (le llamaré así para abreviar y porque total, le conozco de hace muchos años), dice que en su opinión “no son desdeñables los casos de niños con recuerdos o habilidades especiales”. Ya estamos como siempre. De las regresiones, ni habla, porque ya da por supuesto que son controvertidas y mejor ni mencionarlo. Ahora, los niños sí, por alguna razón lo que dicen los niños va a misa, cosa con la que no estoy de acuerdo, como ya expliqué un día. Y por mi parte he de añadir que si no quiere considerar las regresiones, vale, pero es que hay montones… digo bien, MONTONES, de adultos que empezaron a recordar siendo niños pero siguen teniendo recuerdos espontáneos cuando son adultos. Sin ir más lejos, hace unos pocos días me reuní con una chica de Serbia, que además de contarme que no puede meditar porque es demasiado nerviosa, le es imposible leer libros escritos por su supuesta personalidad pasada porque mientras lee le vienen a la mente escenas en primera persona de cuando ella, en su vida pasada, estaba supuestamente escribiendo ese libro, escenas con todo lujo de detalles. Ha sido incapaz de acabar una sola novela de ese escritor porque es literalmente asaltada por los recuerdos. Pero, por alguna misteriosa razón, estos casos continúan siendo ignorados por todo el mundo, incluidos la gran mayoría de investigadores de reencarnación, lo cual es bastante triste.
A continuación Santi pasa a enumerar una serie de “síntomas” o indicios que te pueden hacer pensar que eres “un reencarnado”. Ya los términos de “reencarnado” o “tener otras vidas” me disgustan bastante. “Ser un reencarnado” es como decir que “eres un aparecido”, un fenómeno paranormal, cuando la gran mayoría de investigadores serios de reencarnación (yo entre ellos) están de acuerdo en afirmar que, si la reencarnación existe, es un fenómeno natural y universal. Mientras no lo consideremos como tal, las cosas no van a cambiar y seguiremos siendo considerados poco menos que unos alucinados confundidos que desean volver a tener cuerpo físico después de muertos. Es que somos raros, raros… No, querido Santi: lo más probable es que todos, repito, TODOS, hayamos reencarnado. Lo raro no es reencarnar. Lo raro es recordar vidas pasadas… aunque no tan raro como la mayoría de la gente piensa.
Antes de pasar a la lista de “síntomas” (espero que no utilice esta palabra porque en el fondo piensa que estamos enfermos mentalmente), advierte, eso sí, que lo tomemos como un divertimento. O sea, que ya de entrada piensa que lo que está diciendo no es nada serio y haremos mejor tomándonos esto de la reencarnación a chirigota. Siento discrepar: solo parte de lo que dice es poco serio, diría que el 50%. Pero tener recuerdos de vidas pasadas, sentir ciertas afinidades, tener fobias inexplicables, identificarte con determinados periodos históricos… no, eso puedo asegurarte que es MUY serio. Todo eso ha sido estudiado científicamente por investigadores como Ian Stevenson y no debería ser visto como divertimento. Creo que es una realidad. Añadiría a esa lista un tema muy importante como es la disforia de género, y también, juegos de infancia, a los que Stevenson dedica, al menos, un artículo de los muchos que escribió sobre posibles vidas pasadas. Sobre tener recuerdos de vidas pasadas podría estar hablando años, obviamente, pero aquí solo voy a incidir en un aspecto: no, NO ES NINGÚN DIVERTIMENTO. Tener recuerdos de vidas pasadas es especialmente jodido. Si los periodistas hicieran su trabajo solo un poquito mejor y entrevistaran a cualquier usuario de mi foro (si se dejan, que lo dudo), se darían cuenta de ello. Pero por lo visto en este país se prefieren los análisis superficiales.
Después hace hincapié en lo de que tener recuerdos es sobre todo por los “recuerdos de niños muy pequeños que han nacido en países como la India o donde la religión mayoritaria es el budismo”. Genial, ya estamos contribuyendo a la perpetuación de mitos sobre reencarnación. ¿En qué década vives, Santi, en los años 70, en los años 90? Desde entonces ha habido docenas de casos estudiados en niños occidentales, y, por supuesto, también numerosos testimonios de ADULTOS (otra vez) que han empezado a recordar ya a edad avanzada. Solo hace falta preguntar y te salen unos cuantos casos de madres occidentales que piensan que su niño o niña podría haberles estado hablando de una vida pasada. Que, digo yo, a ver si nos actualizamos un poco, ¿no?
Luke Ruehlman, solo uno de los casos de niños occidentales con recuerdos de vidas pasadas. |
Poner el ejemplo del Dalai Lama sobra totalmente, a no ser que Santi quiera sembrar la duda y desprestigiar la reencarnación, porque si de verdad alguien puede pensar que tener recuerdos de una vida pasada es equivalente a que un niño de dos o tres años pueda escoger (y acertar) al azar una serie de objetos que pertenecieron al difunto Dalai Lama, apaga y vámonos. Que sí, que entiendo que nombrar a gente “santa” como el Dalai Lama hace que los típicos crédulos se deslumbren y piensen que la reencarnación existe solo porque lo dicen los budistas, pero no, eso no tiene nada que ver con la realidad de la existencia de la reencarnación en países occidentales.
El resto de afirmaciones con las que nos deleita Santi parecen sacadas de las enseñanzas de la Nueva Era, empezando por el desacertado término de “almas viejas”. Me saca de quicio. ¿Así que todos los que hemos reencarnado somos “almas viejas”? ¿Qué significa ser un “alma vieja”? Yo te lo digo: NADA. Puedes haber reencarnado dieciocho mil veces que puedes seguir siendo de lo más inocente. Ser viejo no es sinónimo de ser más sabio o haber vivido más. Depende de tus experiencias.
Y las generalizaciones no ayudan: “Las almas viejas tienen mayor empatía y mayor altruismo”. ¿En serio? Pues yo recuerdo unas cincuenta vidas pasadas, y te puedo asegurar que mi nivel de altruismo y empatía no es superior al de la media de la población. ¿Que a la gente le gusta creer que cuantas más veces has reencarnado, más “evolucionado” estás y por tanto más empático y altruista eres, vamos, casi como un santo? Pues sí. ESO es una creencia que NO se corresponde con la realidad.
Otra generalización: “Las almas viejas son más sensibles y tienen capacidad de precognición y retrocognición”. ¿En serio? Pero, ¿alguien ha hecho una estadística sobre esto? Muéstrame los datos, Santi. Según lo que yo he visto, pues depende: no creo que entre los que recordamos vidas pasadas haya más proporción de personas sensibles o con capacidades de precognición y retrocognición que respecto a la población general. Hay gente muy sensible, hay gente muy intuitiva, hay gente con sinestesia… y también hay gente que parece un tronco. Yo soy una de estas últimas.
Muchos de los que recordamos vidas pasadas nos sentimos un poco extraños en este planeta, eso es cierto (yo en concreto, no al planeta en sí, sino en cuanto a sus habitantes, especialmente los ignorantes y primitivos). Y también muchos nos sentimos un poco ajenos a nuestra propia familia. Pero no, ninguno de nosotros ha necesitado ayuda psicológica por ello, aunque agradezco a Santi su preocupación por nuestra salud mental.
También le agradezco que diga que “la reencarnación pertenece al ámbito de las creencias, y por ello es respetable y debe ser respetada”, aunque ninguno de los reencarnacionistas (véase definición real y no la antigua que es sinónimo de “creyente en la reencarnación”) que conozco y que han escuchado su audio están de acuerdo. A mí me ha parecido que en el fondo no le da mucha importancia a esto de la reencarnación y nos trata de forma un poco condescendiente, como si dijera: “Mejor dejadlos solos con su locura”. “Creed lo que queráis, total, mientras no hagáis daño a nadie…” Así que le dejo con todo cariño el gran comentario de una de mis compañeras de foro, que se mostraba en desacuerdo a su afirmación de que la reencarnación pertenece al ámbito de las creencias:
Saber no es creer. Tener evidencias no es creer.
El problema es que a vosotros, todos los que lo veis desde fuera, os falta información y experiencia. Es algo que entiendo, pero al menos, si no tenéis suficiente información ni experiencia propia, hacednos un favor a los reencarnacionistas y no contribuyáis a la propagación de mitos, que ya tenemos suficiente con lo nuestro. Gracias.