No suelo buscar vídeos sobre reencarnación en internet,
fundamentalmente por una razón: me deprimen. Pero cuando miembros de Foro Reencarnación los postean creo que es mi obligación como administradora verlos
para saber si superan el nivel de calidad que exijo para mi foro. Eso es lo que
pasó con el vídeo de una conferencia titulada “¿Qué ocurre tras la muerte?” de
un periodista e investigador llamado David Sentinella, en un foro que tuvo
lugar en el mes de Octubre de 2015 con el inquietante nombre de “Primer Foro de
las Ciencias Holísticas Akasha33” y que podéis ver en este enlace.
La conferencia no me disgustó (del todo). De David Sentinella conocía
el nombre por sus colaboraciones en una revista de misterio muy conocida que
leo con frecuencia. He de decir que me decepcionó un poco porque para ser alguien
que dice estar investigando la reencarnación, parece que no investigó lo
suficiente como para dar con este blog (ni los otros dos que escribo), mi foro,
mi libro, y por supuesto, la persona que escribe estas líneas, alguien que
empezó a recordar vidas pasadas espontáneamente (no de niña, por desgracia) y
que ahora es una de las mayores expertas a nivel nacional en cuanto a
reencarnación (es cierto, no tengo abuela, pero tampoco estoy mintiendo). Me
decepcionó volver a encontrarme con que en un congreso, donde se supone que van
expertos en diversas materias para hablar sobre los últimos avances en el
conocimiento, el ponente no daba respuestas convincentes sobre reencarnación a
los que asistían a su conferencia. Se veía a la legua que el ponente no tenía
experiencia propia en cuestiones de reencarnación, e incluso dudaba de algunas
de las experiencias de otras personas, cuestionando, desde su desconocimiento, las
mal llamadas técnicas de hipnosis regresiva. Por supuesto, siempre desde mi
humilde opinión.
Pero sí, para el nivel habitual al que estamos acostumbrados
en España, no puedo quejarme. Yo me habría olvidado de la primera
media hora, en la que se hace un recorrido por las creencias religiosas de todo
el mundo en cuanto a la muerte se refiere. Que sí, no digo que no esté
interesante desde un punto de vista cultural y filosófico, pero a mí me dio la
impresión de estar de vuelta en el salón de actos de un colegio. Si fuera una
niña, perfecto, habría seguido la charla con los ojos como platos, fascinada por
lo que me estaban contando. Pero, ahora, de adulta y después de todo lo que
sé... pues se me queda corto.
La parte de las experiencias extracorpóreas, bastante bien.
Que alguien se atreva a decir que una experiencias extracorpórea (EEC) es
equivalente a una salida astral ya es un avance importante. Que por fin se haga
una muy buena distinción entre EEC y experiencia cercana a la muerte también
está muy bien, a ver si la gente se empieza a aclarar. Que no se mencione a
cierto psiquiatra “pionero” en estas lides según dicen algunos, también es un
buen avance, porque para los que sabemos algo del tema está claro quién fue el
verdadero pionero, el Dr. Raymond Moody. Y luego, que por fin alguien hable en
profundidad del Dr. Ian Stevenson y se describan dos estupendos casos de niños
que recuerdan vidas pasadas, investigados científicamente, ya es para nota.
Pero tampoco me puedo engañar en este caso: eso lo hace cualquiera que esté
realmente interesado en investigar la reencarnación de manera seria y racional.
Ahora, el problema empieza cuando a un investigador que
quiere ir de serio le empiezan a mencionar los libros de Brian Weiss, le hacen
preguntas sobre las distintas creencias que existen en torno a la reencarnación
como la existencia de grupos de almas o le preguntan si ha conocido a alguien
que recuerda vidas pasadas y él contesta que no: solo ha conocido a dos
Nefertitis y tres Juan el Bautista. Y añade que eso es lo que le mola a la mayoría de las personas, afirmar que han sido alguien famoso, cayendo en uno de los mayores tópicos que existen dentro de la reencarnación (y hasta un miembro del público le tiene que decir que eso no es lo que aparece en muchos libros). En serio, me pongo triste cuando soy testigo de estas cosas. No es la primera vez.
Aquí es donde yo me decepciono porque mi
foro lleva abierto más de tres años y ya ha tenido tiempo de posicionarse en
Google. Si en el buscador pones las palabras “foro reencarnación”, mi foro es
lo primero que te sale. Si pones “vidas pasadas”, mi blog sale en cuarta
posición. Si pones “foro serio de reencarnación”, mi blog sale en primera
posición. Que no sé, digo yo que no es tan difícil hoy en día para un
periodista infiltrarse en un foro y averiguar en un par de días si sus miembros
son gente seria o gente que está para pasar el rato y no sabe de lo que habla.
De ahí a encontrar a gente con experiencias muy
buenas de reencarnación, estás a un paso. No, casos muy espectaculares de
niños, no, eso ya te lo digo yo, porque yo también los busqué y aún no se atreven
a hablar... si es que reparan en que lo que les pasaba era que recordaban vidas
pasadas. Aún así, pude recabar algún que otro testimonio para uno de mis
libros.
Y, esto parece muy obvio, pero por lo que observo, hay muchos “investigadores”
que aún no se han dado cuenta de que como más se aprende es hablando largo y
tendido con LOS QUE LO HAN EXPERIMENTADO EN PRIMERA PERSONA. Por supuesto, si
son personas sensatas... que sí, lo sé, escaseamos, pero mira, yo soy una de
ellas. Es más, yo tengo la suerte de ser investigadora y además haberlo vivido
en mi propia piel, aunque la verdad, no sé hasta qué punto esto es bueno,
porque parece que así los investigadores te toman menos en serio mientras que
algunos de los experimentadores (es decir, los que sí que recuerdan vidas
pasadas, como tú) te llaman pedante o creen que se te ha ido la olla elaborando
hipótesis que para ellos no son creíbles, ya que no las llegan a comprender
(creen que has investigado lo mismo que ellos, que suele ser poco, y entonces
sacan conclusiones precipitadas). Supongo que así es la vida.
Otra cosa que también he observado es cómo los “investigadores
serios” de reencarnación (o sea, los que quieren ser considerados como tales) enseguida
se unen a la moda extendida por Ian Stevenson y sus sucesores de que las
regresiones no son fiables, y por tanto parece que se ponen a negar
sistemáticamente cualquier información que haya salido de una regresión.
Afirman sin pudor que las técnicas de hipnosis regresiva consisten en utilizar
la sugestión, así que no, lo único que vale para ellos son los recuerdos
espontáneos de niños (ni siquiera se plantean que pueda haber recuerdos
espontáneos en adultos, claro, porque de momento parece que yo soy la única en
España que se ha dado cuenta de ello). No sé... como que así suenas más serio y
académico, y ni siquiera tienes que entrar a responder cuestiones difíciles
como las de los grupos de almas de Brian Weiss o el periodo entre vidas de
Michael Newton. Pues no, señores investigadores (a los que ya les dediqué una entrada completa): si somos investigadores serios, investigamos TODO. Teniendo
en cuenta que los datos obtenidos por regresión han de ser verificados y hasta
ese entonces han de permanecer en cuarentena, claro. Pero, señores
investigadores: ¡eso también hay que hacerlo con los recuerdos espontáneos de
niños, que pueden estar fantaseando! Se olvidan de que los testimonios de los adultos no tienen por qué ser menos fiables que los de los niños.
Un momento, que recupero la calma.
Total, que me dio la impresión de que aquí hay alguien que
no hace muy bien su trabajo. Y me entristece porque yo no tengo el poder de un
periodista de extender un mensaje que debería llegar a más personas. No tengo
el más mínimo deseo de hacerme famosa, pero por otra parte me gustaría que la
gente despertara. DE UNA VEZ.
No sabía que te sentías obligada a verlos aun sin interesarte.
ResponderEliminarNo publicaré más entonces. xD
Claro que no, tú sigue publicando todo lo que te parezca. No es cuestión de que me interese a mí, sino también a los demás miembros del foro, y las distintos apartados están para eso. Para mí las ECM's o lo que hay después de la muerte ya no es ningún misterio, pero seguro que para otras personas esos vídeos son necesarios e interesantes.
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