Sí, porque creo que es uno de los temas más importantes de
los que hablar en un blog de reencarnación. Porque le he seguido dando vueltas
estos días, y porque de nada sirve que los que sabemos nos quedemos callados.
Porque siendo una persona que se ha suicidado
y ha vuelto, creo que tengo la autoridad para transmitir este mensaje,
aunque haya personas que me llamen loca.
Quizá debería empezar por el principio y contar cuál es mi
experiencia directa con el suicidio... más que directa, en primera persona, cosa
que estoy segura muy pocos pueden hacer (y los que pueden no van a estar
leyendo estas palabras). Pero no la voy a contar. Para ello tengo otros
espacios, algunos fáciles de encontrar si el lector está realmente interesado.
Solo diré que algunos no lo llamarían suicidio, porque no fui yo la que apretó
el gatillo del arma que me mató. Amenacé a un soldado con una pistola, en medio
de la noche, sabiendo que su reacción sería la de dispararme. El soldado era de mi propio ejército, por cierto. Ocurrió en
Francia durante la Segunda Guerra Mundial, probablemente en 1942. Yo tenía poco
más de veinte años.
Me ha resultado muy curioso comprobar cómo algunas personas
tratan de adaptar sus propias creencias a los hechos. En medio de ese debate
entre reencarnacionistas que mencionaba en mi última entrada yo insistía que las consecuencias al suicidio son nulas,
con la excepción de que los problemas continúan siendo problemas y las
emociones que no hayan sido convenientemente procesadas van a seguir estando
ahí, como la depresión por la que estaba pasando en aquel entonces. Acabar
así mi vida no me supuso volver a “repetir historias”, ni vivir una vida
similar (por fortuna aún no me he visto envuelta en ninguna guerra), ni me
castigaron de ninguna manera en el más allá. Sin embargo, había alguien que
afirmaba que “cometer suicidio está en contra de la ley”. Nos conocemos de hace
tiempo y nos llevamos bien, a pesar de que a veces discrepemos en nuestras
opiniones. Esta persona me dijo que lo mío no sería considerado un suicidio por un tribunal,
sino más bien una situación parecida a la que vivió Jesús cuando tuvo que
elegir entre huir o ser apresado por los romanos, sabiendo que eso le
conduciría a la muerte. Siendo sincera, creo que este solo fue su intento de
explicar y comprender que “lo mío” no hubiese tenido consecuencias. Si no es un suicidio, no
pasa nada. Si hubiese sido un suicidio “de verdad”, seguro que las habría
tenido. Pues no. Tal vez tengamos que llamarle “suicidio asistido”, pero yo era
plenamente consciente de lo que estaba haciendo, no quería continuar viviendo,
incluso traté de hacerlo yo misma antes pero no tuve fuerzas para ello. Utilicé
al soldado y él, sin saberlo, me hizo ese favor. Sí, fue un suicidio, y no, no tuvo
consecuencias.
Alguna otra persona manifestó su miedo a que decir cosas
como esta en público pudiera influenciar de alguna manera a gente que esté
pensando en suicidarse, inclinándolas a hacerlo. Decía que leer eso le hacía
sentir incómodo y le producía algo de miedo, e incluso llegaba a sugerir a los
administradores que en el futuro se trataran estos temas en privado. Bien, por
mi parte puedo afirmar que las personas que se sienten así son generalmente
personas que si tienen recuerdos de vidas pasadas son pocos o no están
verificados, lo que hace que sigan con la duda de si la reencarnación es o no
una realidad. Creo que como no están seguros, siguen teniendo miedo a la muerte, y por tanto siguen teniendo miedo a
vivir. Vivir implica tomar
decisiones. Y, muchas veces, eso implica equivocarse. “Equivocarse” no es
solo tener envidia al vecino o mentir a un familiar. Tengo la impresión de que
eso es de lo que suelen hablar los curas en las iglesias, de pequeños “pecados”
dignos de discutirse en una clase de catequesis para niños, no entre adultos.
Entre adultos parece que no se puede hablar de cosas realmente importantes, como
por ejemplo la muerte, matar, suicidarse o reencarnar. Los curas (y otros que
afirman poder hablar con espíritus) parece que evitan estos temas. Seguramente
es porque no saben y no quieren meterse en berenjenales, aunque también es
probable que sea porque no quieren que perdamos ese miedo a vivir. Quieren que
sigamos siendo niños, que les necesitemos a ellos para absolvernos de nuestros
pecados, negando la responsabilidad que todos nosotros tenemos sobre nuestras
decisiones y sus consecuencias.
El suicidio es nuestra responsabilidad, tanto de la víctima
como de los que conviven con la víctima y la sociedad en la que vivimos. El suicidio implica mucho sufrimiento, pero
no es más que una decisión como otra cualquiera de la cual aprenderemos a largo
plazo. Si es verdad que estamos aquí para aprender y evolucionar,
aprenderemos tomando esa decisión y viendo a dónde nos condujo. Lo que trato de
decir puede sonar duro, pero creo que a veces tenemos que dejar a nuestros
hijos que tropiecen para que ellos mismos se den cuenta de por qué hacer algo
es un error. Yo no animo a nadie que
ponga fin a su vida, pero tampoco puedo interferir con su libre albedrío. La decisión es suya, y a mí no me da miedo
decirlo. Aunque, por supuesto, lo ideal es que todos le ayudáramos.
Es obvio que estoy generalizando, y en el suicidio nunca se
puede generalizar. Pero hay algo en lo que casi nadie repara. La muerte no es más que una liberación para
el que muere. La muerte no es mala en sí misma. Una muerte traumática
siempre es difícil de superar, sobre todo si recordamos en nuestra vida
siguiente (que de momento no es lo habitual). Pero al menos es un alivio
momentáneo del sufrimiento que estamos experimentando en esta vida. El suicida
puede sentir remordimientos al haber dejado atrás su supuesta misión y sus
seres queridos, pero nadie puede culparle por haber decidido que no podía
soportarlo más. Mientras que él se libera de esa carga y se centra en su
próxima vida, aquí en la Tierra el
suicidio se convierte en una desgracia, un estigma y un dolor muy difícil de
superar para los que se quedan, no para el que se fue. Los familiares y
amigos del suicida no solo tienen que soportar el dolor de la pérdida de un ser
querido, sino también la ignorancia de los que juzgan. Y mientras que esa
persona del foro tenía miedo de lo que ocurre con los que se suicidan, a mí en
cambio me preocupan mucho más los que se quedan, y es por ellos por los que he
decidido escribir estas palabras. Por ello repito:
NO PASA NADA CON LOS
SUICIDAS.
ABSOLUTAMENTE NADA.
Que no pase nada significa también que no se van a
solucionar los problemas que se tenían antes del suicidio, eso está claro. Por
ello el suicidio no suele ser la mejor opción. Pero igual que nadie nos va a
enviar al infierno por hacer las cosas mal, tampoco vamos a tener que pagar de
ninguna forma el habernos suicidado.
Y ahora, si la lluvia de comentarios no es mayor a la que me
cae en la entrada sobre la reencarnación de animales, entonces sí que cerraré
el chiringuito.
Entradas relacionadas:
¿Qué pasa con los suicidas?
Si estás pensando en suicidarte, BUSCA AYUDA. En España, puedes llamar al Teléfono de la Esperanza, 902 500 002. Hay iniciativas similares en otros países. Seguramente tendrás más suerte que la que tuve yo.
A lo mejor, como no fuiste tu misma la que se suicido, sino que lo hizo otra persona, (tu misma dices que lo intentaste pero no pudiste) por eso esa persona de la que hablas no lo considera suicidio.
ResponderEliminarEn cuanto a su opinión y la tuya, espero y deseo sinceramente que la tuya sea la acertada. ;)
Hola, Anónimo. En efecto, yo no apreté el gatillo, si es eso a lo que te refieres. Otra persona en la misma conversación dijo que en todo caso de suicidio es importante la intención. Yo estoy de acuerdo con esto, en el sentido de que si me matan en contra de mi voluntad (como me ha ocurrido en otras vidas), no sería suicidio. Si alguien me mata y yo estoy deseando que lo haga, y no opongo resistencia, yo creo que sí sería suicidio.
EliminarGracias por tu comentario.
¿Puedo preguntar porque no fuiste capaz de hacerlo por ti misma, si realmente tanto lo deseabas?
EliminarNo voy a dar los detalles en un lugar público como este. Solo puedo decir que aunque lo parezca suicidarse no es nada fácil. Y es evidente que no estaba pasando por mis mejores momentos...
Eliminar¿Nos puedes decir cual es la opinión de esa persona?
ResponderEliminarNo tengo mucho más que añadir a lo que escribí en la entrada. Esta persona piensa que "el suicidio está en contra de la ley". Yo pienso que en el más allá no hay "ley espiritual" que valga, excepto la del amor universal, lo que implica respetar el libre albedrío de los demás, aunque no nos guste. Esa persona tiene sus propias experiencias (tuvo múltiples ECM's durante toda su vida) y opina en base a ellas. Sin embargo, no se suicidó como yo o como otras personas que conozco. Si estás tan interesado en lo que piensan otras personas, investiga en foros de reencarnación y habla con ellos.
EliminarVale. Gracias.
EliminarEstas segura que no pasa nada? Porque tengo un presentimiento muy fuerte se haber sido una suicida en mi vida pasada en mis sueños lo he vividp, y en la actualidad suelo pasar por problemas amorosos y poca suerte. Quisiera saber que hacer para alejar esa negatividad de mi vida pasada.
ResponderEliminar¿Y qué te hace pensar que tener problemas amorosos y poca suerte está relacionado con haberte suicidado (cosa que yo no daría por supuesto hasta que tengas recuerdos de verdad y no "presentimientos")? Si quieres crear en el karma, allá tú, pero no pasará de ser una creencia, una forma que tienen algunos de explicar sus malas experiencias. Alejar la negatividad está en tu mano. Tú eres la que elige reaccionar de una u otra forma a las cosas negativas de la vida. Analiza qué está pasando, quizá necesitas cambiar algunas de tus actitudes.
EliminarUn saludo.
Gracias por tomarte el tiempo de escribir, es muy interesante tu punto de vista.
ResponderEliminarClaramente no pasa nada, porque salvo algunas pocas excepciones que son puestos en la tierra a la fuerza, la mayoría está acá porque quiere, por lo tanto, ellos/ellas son los que deciden cuando retirarse y cuando regresar.
Lamentablemente este tema se ha puesto de moda y muchos mienten para estar en la onda, otros quieren lucrar, y algunos otros controlar. Si realmente recordaran algo dirían cosas que no fuera un paralelismo de la vida en la tierra y su sistema, por ejemplo el de jerarquía vertical, que estas personas lo reflejan cuando hablan de los castigos y los tribunales.
Exactamente. Pensar que las cosas funcionan igual en el otro lado que aquí, solo demuestra que no tienes ni idea de lo que ocurre cuando mueres. Un saludo.
EliminarCreo que existen muchos hombres más bajitos que tú, pero la altura no importa. ¿No has visto a Tyrion de Juego de Tronos? La grandeza de los hombres no se mide por su estatura, sino por el tamaño de su corazón, o por su inteligencia, o por otras cualidades. Busca la tuya y vive esta vida lo mejor que puedas. Puede que en tu próxima vida nazcas ciego, o sordo, o que te falte un brazo...
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