A continuación os dejo un artículo antiguo que escribí para Foro Reencarnación y que traigo aquí a pesar de que lo considero tremendamente básico, a modo de ejemplo… y porque estoy FRUSTRADA. ¿Por qué la gente no da un paso más y EXPERIMENTA por sí misma? ¿Por qué en todos los lugares no hago más que encontrarme a gente predicando sobre enseñanzas budistas que se han aprendido de memoria, o sobre el “maravilloso” libro de Kardec, en el que se basa el espiritismo, o recomendando que todos veamos la película Nuestro hogar de Chico Xavier? ¿Cuándo vamos a abrir los ojos, aceptar nuestra responsabilidad, creer en nosotros mismos, prescindir de teorías obsoletas y buscar nuestras propias respuestas?
TODOS PODEMOS RECORDAR VIDAS PASADAS
Esto hace preguntarme… ¿será que la gente no sabe que los recuerdos nos llegan por muchos medios, aparte de las famosas regresiones? ¿Será que no sabe que nosotros mismos podemos investigar y averiguar si nuestros supuestos recuerdos son solo imaginaciones nuestras o “algo más”? ¿Será que no están interesados lo más mínimo en conocer sus vidas pasadas porque “el pasado, pasado está”, o porque tienen miedo de algo? ¿Por qué tengo la sensación de estar hablando con una pared? Lo puedo decir más alto, pero no más claro… Y no, no tengo el más mínimo interés personal en que la gente recuerde o no, sé que a cada uno le llegará su momento cuando tenga que llegarle, pero no sé, al menos... ¿algo de curiosidad? ¿Alguna pregunta? ¿Alguna aclaración? ¿Alguien diciéndome que lo que escribo en el blog es todo mentira? Creo que ya lo dije en una entrada reciente, pero una duda me corroe: ¿por qué si pongo una foto graciosa de un gato (sí, relacionada con la reencarnación, aunque ahora mismo no sé cómo es eso posible) en la página de Facebook obtengo 80 (o los que sean) “Me gusta”, y si pongo un enlace a una entrada en el blog obtengo solo 10, y además sé que solo dos se la leen? ¿Tan mal está el mundo de la reencarnación en España?
Bueno, pues desesperación aparte, aquí está el artículo, para aquellos que se tomen en serio esto de las vidas pasadas y quieran dejar atrás sus dudas sobre si los reencarnacionistas nos lo imaginamos todo. Para estas personas, solo hay un camino: la verificación histórica de tus recuerdos.
(Quizá retome este tema en el futuro, si no decido tirar la toalla antes).
Cuando comencé a internarme en el mundo de la reencarnación, no entendía muy bien qué significaba validar o verificar un recuerdo. Jamás se me había pasado por la cabeza que eso era necesario. Pero si queremos mantener una actitud racional y queremos que nos tomen en serio, este paso es de gran importancia, puesto que de momento es la única forma que tenemos de probar que en el tema de la reencarnación hay algo de verdad.
Por mucho tiempo que lleves teniendo sueños extraños o haciendo regresiones, siempre te queda la duda de si no es tu propia imaginación la que crea todas esas imágenes y sensaciones. Los escépticos pueden decirte que en realidad son solo cosas que has visto en una película cuando eras niño y olvidaste, o algo que leíste en un libro (a esto se le llama criptomnesia), incluso dirán que conoces una lengua extranjera (xenoglosia) porque tenías una niñera o una vecina que la hablaba cuando estabas creciendo. Si bien hay casos que pueden explicarse por alguna de estas razones, no siempre es así. En tus regresiones pueden aparecer civilizaciones antiguas de las que jamás has oído hablar, y sin embargo sabes ciertas cosas que solo un historiador especialista en esa civilización puede saber. O tal vez, conoces ciertos hábitos oscuros de un personaje histórico famoso de los que apenas se habla en los libros normales, y solo cuando acudes a fuentes altamente especializadas, descubres que estabas en lo cierto. O puede que jamás hayas estado físicamente en un barco ni jamás te hayas interesado en cómo se navega, pero conoces la jerga y la utilidad de muchos de los instrumentos que utilizan los marinos. En estos casos es muy difícil explicar por qué ese conocimiento residía en tu subconsciente. Para nosotros, esto prueba que realmente viviste en esa época y que el recuerdo es real, no producto de tu imaginación.
Lo ideal es que todos fuéramos capaces de obtener gran cantidad de datos de esas regresiones: tu nombre y apellidos, tu fecha de nacimiento y defunción, acontecimientos históricos en los que estuviste involucrado… Si la época es relativamente reciente, y dada la ingente cantidad de información que hay hoy en día en internet, muchas personas pueden localizar registros, genealogías, incluso fotografías, de la persona que fueron en el pasado. Si no está en internet, muchos pueden incluso desplazarse a la localidad en la que creen que nacieron y buscar en legajos carcomidos y olvidados en una parroquia, hasta dar con esa prueba tan ansiada. Esa sería para mí una prueba casi definitiva.
Sin embargo, muchas veces esto no es posible, porque es una época muy antigua, o porque no consigues suficientes datos. En este caso no te obsesiones demasiado. Después de todo, este es un camino de crecimiento y conocimiento personal y no necesitas probar nada a nadie, excepto a ti mismo. Si tus recuerdos van acompañados de fuertes emociones, eso es suficiente para saber que son recuerdos reales. Y lo que importa es saber cómo te sentiste, por qué te está afectando, y aprender de ello.
Para verificar tus recuerdos es importante que no te precipites. Has de ser paciente, extraer todo lo que puedas de tu memoria, y solo entonces empezar a investigar, porque si no, nunca podrás estar seguro si lo que recuerdas es verdadero o es una contaminación por lo que has leído. Es un trabajo que puede llevarte años.
La verificación es especialmente importante si crees que en tu vida pasada fuiste un personaje histórico bien conocido por todos, o un personaje famoso como un actor o un cantante. ¿Por qué? Es evidente: puedes encontrar información sobre ellos de manera muy fácil, y cualquiera puede intentar engañarte y decirte que es la reencarnación de Elvis Presley simplemente porque le gusta tocar la guitarra y llevar flequillo. Me resulta difícil comprender por qué alguien querría hacer algo así, pero haberlos, los hay, y muchos además. Por tanto, si de verdad quieres convencernos de que fuiste Elvis Presley, deberás conocer muchos detalles personales y que muy pocos conozcan, para que te creamos. Por culpa de este tipo de personas, la reencarnación es desprestigiada y nadie se lo toma en serio. Debemos ser responsables y evitar que esto pase en la medida de lo posible.
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