Ya que estamos en fin de semana, no está mal que de vez en
cuando nos relajemos un poco y hablemos de reencarnación en un tono más
distendido (que falta me está haciendo).
Ayer pude ver esta fantástica película llamada El Atlas de las Nubes (título original Cloud Atlas), dirigida por los hermanos
Wachowski (como la película The Matrix) y
Tom Tykwer, basada en el libro del mismo nombre escrito por David Mitchell.
La primera vez que oí hablar de esta película fue en un foro
de habla inglesa y decían que era una película para reencarnacionistas. Yo no
sé si diría tanto, pero desde luego alguien que no sea reencarnacionista (y no recuerde
vidas pasadas) no la va a disfrutar de la misma manera, ni posiblemente tampoco
la va a entender en toda su profundidad. Creo que a alguien no
reencarnacionista (que ni siquiera cree en la reencarnación) le parecerá un
rollo infumable, o como mucho una bonita historia complicada innecesariamente
por los guionistas para atraer al público, una rara mezcla de ciencia ficción,
comedia y un poco de filosofía barata que te haga pensar un poco. Los
reencarnacionistas sabemos toda LA VERDAD que hay detrás de ella, y
posiblemente repararemos en muchos detalles que les pasarán desapercibidos a
los no reencarnacionistas. Me ha resultado muy curioso encontrar algunas
sinopsis en las que ni siquiera parecen darse cuenta de que la película habla
de reencarnación, no se trata solo de esto:
Estas historias reflexionan sobre cómo las acciones humanas influyen en el curso de los acontecimientos. No solo la causa y el efecto inmediato, más bien se trata de una lupa con la que leer el pasado y el futuro.
sino de mucho, mucho más... lo que, de nuevo, y por mucho que les pese a algunos, me demuestra lo ciegos que podemos llegar a estar...
Sinopsis:
“El Atlas de las Nubes” es una novela que da la vuelta al mundo y recorre desde el siglo XIX hasta un futuro apocalíptico, a través de seis historias entrelazadas. El relato se abre en 1850 con el regreso del notario estadounidense Adam Ewing desde las islas Chatham a su California natal. Durante el viaje, Ewing traba amistad con un médico, el doctor Goose, que comienza a tratarle de una extraña enfermedad causada por un parásito cerebral... Repentinamente, la acción se traslada a 1931 en Bélgica, donde Robert Frobisher, un compositor bisexual que ha sido desheredado, se introduce en el hogar de un artista enfermizo, su seductora esposa y su núbil hija... De ahí saltamos a la Costa Oeste en la década de los setenta, cuando Luisa Rey destapa una red de avaricia y crimen que pone en peligro su vida... Y, del mismo modo, con idéntica maestría, viajamos a la ignominiosa Inglaterra de nuestros días, a un superestado coreano del futuro próximo regido por un capitalismo desbocado y, finalmente, a Hawai, a una Edad de Hierro post-apocalíptica que corresponde a los últimos días de la historia.
Resumiendo mucho, comienza como seis historias que
aparentemente no tienen nada en común, en distintas épocas históricas, hay muchos
saltos de una a otro al principio y por eso la primera media hora se hace un poco
complicada de seguir, pero hay que tener paciencia y seguir viéndola porque
poco a poco las piezas del puzle empiezan a encajar, empiezas a reconocer a los
personajes viviendo varias vidas distintas, y también te das cuenta de que hay
algunos individuos que siempre juegan un papel claramente más malvado que
otros. Aunque tocan el tema del karma, creo que la forma en que lo hacen es
bastante acertada: si observas bien, en ningún momento se juzga si algo está
bien o mal hecho, y entre unas vidas y otras te das cuenta de que en realidad
las almas no cambian mucho, que es justamente lo que sentimos muchos
reencarnacionistas. Y, por supuesto, esta visión está muy alejada de la supuesta
“evolución espiritual” que muchos nos quieren vender. Creo que se ve muy bien
cómo puedes cometer acciones “buenas” o “malas” en cualquier momento, cómo
reconoces a personas de otras vidas, que el suicidio no tiene consecuencias, y
cómo a veces te encuentras con personas que ya conocías que pueden ser
igualmente “buenas” o “malas” contigo, o tú con ellas.
Hay que verla muchas veces para entenderla, y algunos
incluso dicen que aunque la veas varias veces no la vas a poder entender porque
es imposible. Quizá es porque pasa lo mismo que con la reencarnación: si no la
vives, no la entiendes en su totalidad. Y aun cuando la vives, tampoco
encuentras todas las respuestas. Yo solo la he visto una vez y aún no he atado
todos los cabos, así que puede que piense de otra forma en el futuro, pero sí
tengo la impresión de que aunque dicen que el mismo actor representa a la misma
alma reencarnándose en distintas vidas en las que aparece caracterizado de
manera distinta, creo que esto no es cierto en todos los casos. Según entendí,
el abogado que va a visitar la plantación de esclavos es la misma alma que el
músico bisexual que se suicida, y la misma que la periodista que está
investigando algo relacionado con Sixsmith, que es también la clarividente en
la época aparentemente antigua pero que ahora sé que en realidad es en un periodo
post-apocalíptico, y por tanto tiene lugar en el futuro. Es todo algo confuso,
eso no lo puedo negar, pero por si alguien no lo sabe todavía, me gusta que me
hagan pensar...
Nada más empezar me quedé alucinada cuando la mujer que vive
en Neo-Seúl y que se rebela contra el sistema dice algo que hace muy poco
tiempo planteaba yo en el foro, acerca de la existencia de una o muchas
verdades. Posiblemente es mi frase favorita de toda la película:
La Verdad es única. Sus “versiones” son falsedades.
Pero aparte de esta, hay muchas más frases lapidarias con
las que me gustaría adornar todo el blog si pudiera. Dejo aquí unas cuantas porque creo que harán las delicias de los verdaderos reencarnacionistas que
lleguen hasta aquí y sepan lo que significa recordar vidas pasadas.
Nuestras vidas no son nuestras. De la cuna a la tumba
estamos conectados con los demás. Pasado y futuro. Con cada crimen y con cada
acto de bondad damos nacimiento a nuestro futuro.
Escribí movimientos enteros imaginando que nos encontrábamos una y otra vez en distintas vidas, en distintas épocas.
La fe (creencia), como el miedo o el amor, es una fuerza que ha de ser entendida como entendemos la teoría de la relatividad y los principios de incertidumbre. Fenómenos que determinan el curso de nuestras vidas. Ayer, mi vida iba en una dirección. Hoy, va en otra. Creo que ayer nunca habría hecho lo que hice hoy. Estas fuerzas rehacen con frecuencia el tiempo y el espacio, pueden moldear o alterar quiénes imaginamos que somos, comienzan mucho antes de nacer y continúan después de nuestra muerte. Nuestras vidas y nuestras decisiones, al igual que las trayectorias cuánticas, se entienden momento a momento, en cada encrucijada, cada encuentro... sugiere una nueva dirección potencial.
Un verdadero suicidio es una certeza encaminada y disciplinada. La gente pontifica "el suicidio es un acto de cobardes". No podrían estar más equivocados. El suicidio requiere un tremendo coraje.
Las futuras generaciones dependen de hombres capaces de decir la verdad.
Ningún cuchillo te puede proteger contra el verdadero valor.
Todo se volvió claro. Desearía que pudieras ver este resplandor. No te preocupes, todo está bien. Todo es tan perfecto, tan condenadamente bueno. Entiendo ahora que los límites entre el ruido y el sonido son convenciones. Todos los límites son convenciones, esperando ser transgredidos. Uno puede trascender cualquier convención, solo si puede concebir hacerlo. En momentos como estos, puedo sentir latir tu corazón tan claro como el mío y sé que la separación es una ilusión. Mi vida se extiende más allá de las limitaciones de mí.
Libertad. La cantinela más necia de nuestra civilización. Pero solo los que se ven privados de ella tienen una mínima idea de lo que significa.
Vivir es ser percibido. A través de las miradas ajenas, es posible descubrirse a uno mismo. La esencia de la inmortalidad radica en las consecuencias de nuestras palabras... Los actos nos conducen al final de nuestro tiempo.
Creo que la muerte solo es una puerta. Si se cierra detrás nuestro, se abre otra. Si imaginara el cielo, pienso en una puerta que se abre... Y más allá... él me está esperando. Estoy en casa. Realmente estoy en casa.
Quien altera el orden natural del mundo va a sufrir por ello. Este movimiento no sobrevivirá. Si te unes, tú y toda tu familia serán repudiados. Vivirás como un forastero, alguien de quien se hace burla y se le evita. Lo peor que sucederá, es que te atrapen y te crucifiquen. ¿Y por qué? Sea cual sea tu implicación, es solo una gota en el océano infinito.
Escribí movimientos enteros imaginando que nos encontrábamos una y otra vez en distintas vidas, en distintas épocas.
La fe (creencia), como el miedo o el amor, es una fuerza que ha de ser entendida como entendemos la teoría de la relatividad y los principios de incertidumbre. Fenómenos que determinan el curso de nuestras vidas. Ayer, mi vida iba en una dirección. Hoy, va en otra. Creo que ayer nunca habría hecho lo que hice hoy. Estas fuerzas rehacen con frecuencia el tiempo y el espacio, pueden moldear o alterar quiénes imaginamos que somos, comienzan mucho antes de nacer y continúan después de nuestra muerte. Nuestras vidas y nuestras decisiones, al igual que las trayectorias cuánticas, se entienden momento a momento, en cada encrucijada, cada encuentro... sugiere una nueva dirección potencial.
Un verdadero suicidio es una certeza encaminada y disciplinada. La gente pontifica "el suicidio es un acto de cobardes". No podrían estar más equivocados. El suicidio requiere un tremendo coraje.
Las futuras generaciones dependen de hombres capaces de decir la verdad.
Ningún cuchillo te puede proteger contra el verdadero valor.
Todo se volvió claro. Desearía que pudieras ver este resplandor. No te preocupes, todo está bien. Todo es tan perfecto, tan condenadamente bueno. Entiendo ahora que los límites entre el ruido y el sonido son convenciones. Todos los límites son convenciones, esperando ser transgredidos. Uno puede trascender cualquier convención, solo si puede concebir hacerlo. En momentos como estos, puedo sentir latir tu corazón tan claro como el mío y sé que la separación es una ilusión. Mi vida se extiende más allá de las limitaciones de mí.
Libertad. La cantinela más necia de nuestra civilización. Pero solo los que se ven privados de ella tienen una mínima idea de lo que significa.
Vivir es ser percibido. A través de las miradas ajenas, es posible descubrirse a uno mismo. La esencia de la inmortalidad radica en las consecuencias de nuestras palabras... Los actos nos conducen al final de nuestro tiempo.
Creo que la muerte solo es una puerta. Si se cierra detrás nuestro, se abre otra. Si imaginara el cielo, pienso en una puerta que se abre... Y más allá... él me está esperando. Estoy en casa. Realmente estoy en casa.
Quien altera el orden natural del mundo va a sufrir por ello. Este movimiento no sobrevivirá. Si te unes, tú y toda tu familia serán repudiados. Vivirás como un forastero, alguien de quien se hace burla y se le evita. Lo peor que sucederá, es que te atrapen y te crucifiquen. ¿Y por qué? Sea cual sea tu implicación, es solo una gota en el océano infinito.
¿Y qué es un océano, sino una multitud de gotas?
Al final de la película me emocioné porque me sentí muy
identificada con la mujer coreana. Algunos sabemos. Solo somos gotas en un océano,
eso es cierto. Pero los océanos pueden ser devastadores y cambiar el mundo. Así
que, os pediría a todos:
Sed gotas del océano, amig@s.
¡Juntos seremos un tsunami!
ACTUALIZACIÓN 16-11-14.
Todavía no la he vuelto a ver, pero sí he tenido oportunidad
de comentarla con otras personas, tanto reencarnacionistas como no
reencarnacionistas. Como en todo, hay opiniones para todos los gustos. Sí
parece que, en efecto, mi interpretación personal de varios actores
representando la misma alma es errónea, según el siguiente esquema que un
compañero de Foro Reencarnación nos hizo llegar y que sin duda será de mucha
utilidad para todos los que se decidan a ver la película. También este
compañero me hizo recordar otra de las frases de la película que si pudiera me
la tatuaría:
No estamos muertos
por mucho tiempo.
ACTUALIZACIÓN 3-11-15.
Ayer, con motivo del estreno en la Sexta de esta película, la vi por segunda vez. A pesar de que estaba muy cansada y normalmente no me quedo tan tarde por la noche, no me pude despegar de la televisión. Se me hizo mucho menos complicada que la primera vez, claro. Podía identificar mucho mejor a los personajes y la relación entre ellos. Disfruté con cada frase lapidaria y con el comportamiento de cada uno de los personajes, más o menos "despiertos" según la época, tan distintos, pero a la vez, siempre los mismos... igual que nos pasa a los que recordamos vidas pasadas y sabemos de qué va la Vida de verdad.
De nuevo, me quedo con Somni como mi favorita. Y con una frase más con la que por razones personales conecto especialmente en los últimos tiempos, debido a los acontecimientos en una de mis vidas pasadas:
Cuando a un hombre le quitas todo lo que tiene, deja de estar bajo tu poder.
Leer más:
Reflexiones sobre reencarnación y Cloud Atlas.
Somos como los personajes, vivimos en diferentes presentes ¿simultáneos? Y todos están interrelacionados. Pienso que en una vuelta de una hipotética espiral de la vida nos encontramos nuevamente con oportunidades, ¿perdidas?, que ahora podemos actuar con diferente criterio.
ResponderEliminarÁngel Hache
Hola, realmente me ha encantado tu artículo, he llegado a él justo después de ver la película en la sexta, ha terminado tarde, pero ha valido la pena, al igual que leer tu articulo, he sentido una conexión con tus palabras y aunque parezca extraño también con tu firma. Saludos
ResponderEliminarHola, Eloi. Yo no me pude resistir a volver a verla anoche, era la segunda vez que lo hacía y me gustó aún más que la primera, porque la entendí mucho mejor. No puedo evitar identificarme con algunas vivencias de los personajes, y sigo pensando que es gracioso que en casi ningún sitio la describan como una película de reencarnación.
EliminarUn saludo.