VIDAS SIMULTÁNEAS PROPIAMENTE DICHAS.
Esto equivale a decir que en el ámbito del espíritu el
tiempo es simultáneo. Parece ser que uno de los primeros en afirmar esto fue un
tal Seth. ¿Que quién fue Seth? Un supuesto espíritu canalizado por la escritora
Jane Roberts, la cual en estado de trance recibía una serie de comunicaciones
aparentemente muy profundas y adelantadas para el conocimiento científico de la
época (años 60 del siglo XX) y también el actual. A pesar de lo deslumbrantes
que resultan sus afirmaciones para algunas personas, me alegro de no ser la
única que se ha dado cuenta de que lo más probable es que Seth no sea más que la
identidad que le dieron al subconsciente desatado de la propia Jane. Algunas de
sus “magníficas” comunicaciones no tienen pies ni cabeza y no soportan un
análisis serio por científicos de verdad. Y por lo visto Seth también es el que se
inventó eso de que “nosotros nos creamos nuestra propia realidad”, algo que
suena exactamente igual que el karma (donde la acción sería nuestro pensamiento
y el efecto sería la realidad en la que vivimos), pero dicho de otra forma para
despistar. Para los interesados, aquí tenéis tan solo un ejemplo de la
profundidad de las afirmaciones de Seth.
Esto se hace especialmente evidente cuando habla de
reencarnación. Para alguien que no sabe nada de reencarnación (y mucho menos recuerda vidas pasadas), puede parecer
todo muy lógico y bonito. Mientras lee su material, puede pensar:
“Claro, el karma no existe porque si todas las vidas son simultáneas no
hay causa y efecto.”
No. El karma retributivo (sistema de premio y castigo) no
existe, eso es cierto, pero la razón no es que las vidas sean simultáneas. Es cuestión de sentido común y de tener datos concretos que analizar (es decir, suficientes recuerdos de vidas pasadas). Tus actos pueden tener consecuencias... o no, no hay
nada escrito. Lo que sí existe es lo que algunos investigadores serios de
reencarnación (en concreto Jim Matlock) llaman “karma disposicional”: tu
personalidad es el resultado de tus experiencias pasadas. Lo que vives te
afecta psicológicamente y esto se refleja en tus actos, tus miedos o tu manera
de relacionarte con los demás. De momento nadie ha observado que también te
afecten vivencias del futuro, aunque esto no excluye que en algún momento
podamos tener intuiciones sobre ese futuro.
“Claro, lo que ven las
personas que recuerdan vidas pasadas, en realidad son encarnaciones de sus
otros yos que están viviendo simultáneamente en otras dimensiones
espacio-temporales de la realidad.”
No. Como dije en la entrada anterior, si esto fuera así, las
personas también “recordarían” vidas futuras, pero esto no ocurre. Además, si
fuera verdad que estamos viviendo todas nuestras vidas a la vez, y nuestras
decisiones presentes pueden influir en los acontecimientos de esas vidas
pasadas, que a su vez, podrían hacer que nuestro presente se viera alterado
(esto no lo digo yo, lo dice Seth), nuestros recuerdos estarían cambiando
constantemente, y esto tampoco ocurre. Nuestros recuerdos son consistentes en
el tiempo y además son verificables históricamente. Que yo sepa, la historia no
cambia constantemente, excepto si es tergiversada por los que escriben los
libros de historia. Lo que sí es cierto es que en ocasiones podemos tener
alguna impresión de futuros probables.
“Así que no son vidas pasadas... son
simultáneas... Ah, claro, por eso también hay gente que puede adivinar el
futuro.”
No. Una cosa es que nuestra consciencia tenga la habilidad
de acceder tanto al pasado, al futuro, como a eventos que estén ocurriendo ahora
mismo en otras partes del planeta, y otra cosa muy distinta es que estemos REENCARNADOS
al mismo tiempo en varios cuerpos. Además, al contrario de lo que piensan
algunos, esa habilidad no es exclusiva del espíritu. Nuestra consciencia está
muy limitada mientras estamos encarnados, pero en estados alterados de consciencia
(como el sueño o la meditación) y TAMBIÉN en estado de vigilia (según
Garnier-Malet) podemos acceder a esa información que solo en determinados
momentos se hace totalmente consciente.
Es más, estas personas que no saben nada de reencarnación aunque ellos crean que sí,
por alguna razón que se me escapa, jamás se han puesto a hablar con personas
que recuerdan vidas pasadas de verdad.
Sin embargo, aparte de creer en lo que afirman los espíritus, dan también mucha
validez a lo que afirman personas que han tenido experiencias cercanas a la
muerte. Sí, yo he tenido contacto con muchas de ellas. El 95% ni siquiera cree
en la reencarnación, algo que ya es curioso de por sí. Muchos otros salen de
estas experiencias creyéndose unos elegidos poseedores de la Verdad absoluta.
Otros malinterpretan sus propias experiencias: algunos pudieron ver brevemente
una vida pasada o algún hecho futuro de su propia vida, y entonces llegan a la
conclusión de que “el tiempo es simultáneo”. Algunos incluso nos intentan
convencer de que “el cielo es real” y que su hijo estuvo sentado en el regazo
de Juan el Bautista... ¿o era Jesucristo? Otros se encuentran con espíritus
desencarnados que les transmiten su infinita sabiduría, una información que
luego su cerebro apenas puede recordar y mucho menos comprender, y nos
describen su realidad subjetiva como si esa fuese la única existente. Otros
regresan con profecías apocalípticas, que oh, sorpresa, luego nunca se cumplen.
Los que vuelven y conservan una actitud sensata y racional dicen más bien:
“Volví porque me dijeron que mi hora no había llegado, y que si no seguía con
mi misión esto podría repercutir en futuras encarnaciones”. ¿Cómo? ¿No habíamos
quedado que el tiempo era simultáneo en el mundo espiritual? ¿Cómo es que hay
futuro entonces? Pero por supuesto, estos testimonios no tienen validez para
los que ya están convencidos de que el tiempo es simultáneo.
Entre muchas otras incoherencias que he podido encontrar en
el libro Habla Seth 3, que demuestran
que la persona que habla así no ni tiene ni idea de lo que significa recordar
vidas pasadas, os dejo un ejemplo:
“Quienes creáis en la reencarnación, podéis cometer el error de culpar a las vidas «pasadas», y organizarlas por medio de vuestras creencias actuales. Ya es bastante malo que creáis estar a merced de un pasado, pero consideraros indefensos ante innumerables errores anteriores de otras vidas os coloca en una situación terrible pues la voluntad consciente pierde su poder para actuar. Estas vidas existen simultáneamente. Son otras expresiones de vosotros mismos que interactúan, pero cada ser consciente posee el punto de poder en su propio presente.
La «información de las vidas pasadas» suele usarse para reforzar situaciones sociales y personales actuales porque, como ocurre con el pasado de esta vida, estos recuerdos se elaboran mediante las creencias presentes.”
Primero: no se trata de “creer” en nada. La mayoría de la gente que conozco recordaba desde pequeños, cuando ni siquiera sabían lo que era la reencarnación y no podían entender qué les pasaba. Tampoco podían hablar porque eran conscientes de que los mayores les harían callar o les enviarían al psicólogo. Estos recuerdos nos llegan por muchos medios distintos, no solo por regresiones, tan atacadas por los escépticos empeñados en negar la reencarnación. Muchas veces son recuerdos espontáneos en estado de vigilia. Recuerdos que no se diferencian en nada de recuerdos de nuestra vida presente. Y, por cierto, precisamente Brian Weiss y Michael Newton ni creían ni dejaban de creer en la reencarnación cuando se encontraron con sus primeros pacientes hablando de otras vidas. No por “creer” en algo fuertemente se convierte en realidad, salvo para el propio creyente.
Segundo:
ninguno de nosotros cree estar a merced del pasado (excepto quizá los que creen
en el karma, que casualmente, la mayoría tampoco recuerdan vidas pasadas, o
tienen tan pocos recuerdos que aún no se han dado cuenta de que el karma no
existe). Yo, en concreto, nunca creí que el origen de mis problemas actuales
pudiera estar en haber sido ahorcado o en lo que viví en la Segunda Guerra
Mundial. Jamás “creí” que hubiese traficado con esclavos en el pasado. Jamás
“creí” haber asesinado a nadie. Nadie me
hizo creer que yo había sido “mala” en el pasado, más bien al contrario, me
tenían por una niña de lo más buena y estudiosa. La depresión y ansiedad ya
estaban ahí, y yo no fui a buscar la solución en mis vidas pasadas. Simplemente
las vidas pasadas aparecieron. Y desear o imaginarme una realidad en la que no
estuviera deprimida, no sirvió de nada. Qué raro... ¿no? Si estaba todo en mi
cabeza...
Tercero:
esas vidas NO existen simultáneamente. Mis
vidas pasadas están todas muertas, y por desgracia eso no lo puedo cambiar por
mucho que lo desee. Ahora, si alguien quiere creer que en una dimensión
paralela todos nuestros yos pasados y las personas que conocimos en esas vidas
siguen vivas y felices porque no acabaron en un campo de concentración
(realidad que ellos mismos se crearon, por cierto, según el propio Seth) y aún
tienen la oportunidad de acabar como un anciano de noventa años en esa dimensión paralela, pueden seguir haciéndolo.
Cuarto:
los recuerdos son recuerdos. Punto. Pueden no ser exactos. Pero hay fotografías
y registros históricos para comprobar la exactitud de nuestros recuerdos. Claro
que cuando hablas desde un punto de
vista exclusivamente teórico es muy fácil dedicarte a predicar y llamarnos
ilusos fantasiosos a todos los que decimos recordar vidas pasadas. Creen
que nuestras afirmaciones son tan comprobables como las afirmaciones de una
supuesta entidad encarnada disfrazada de científico que se ha vuelto
omnisciente. Suena mucho más sabio y profundo decir “todas las vidas son
simultáneas”.
Quinto:
encuentro una sospechosa similitud entre expresiones como “El presente es el
punto de poder” (de Seth) y “El poder del ahora” (de Eckhart Tolle). Es lo que
tiene la Nueva Era, que todos se dedican a repetir lo mismo y encima creen que una mentira que se repite hasta
la extenuación se vuelve realidad, como la ley del karma. Como dije hace
poco en otra entrada, parece que lo que quieren algunos es precisamente que no
recordemos vidas pasadas... ¿tal vez porque si lo hacemos nos daremos cuenta de
todos los engaños que ha traído la Nueva Era?
Sigamos.
Hay otras personas que incluso recordando vidas pasadas se
ven atrapadas en las mismas teorías “espirituales” que no tienen ningún
sentido. Se deslumbran igualmente por lo que leen en libros pseudocientíficos
escritos también por autores de la Nueva Era. Algunos piensan que el universo
es holográfico. Es decir, vivimos en una mátrix en la que nada es real. Lo
único real es el mundo espiritual y aquí todos vivimos engañados en una
ilusión. Incluso el famoso túnel de las ECM’s es un engaño perpetrado por seres
extraterrestres para que volvamos a reencarnar y sigamos atrapados en el mundo físico, siendo alimento de esos mismos extraterrestres (??). Como somos pobres seres humanos
limitados por nuestros sentidos físicos y no podemos comprender nada, piensan
que por esto todo es posible en el mundo espiritual, y por tanto, si un
espíritu o dos han dicho que el tiempo no existe en el otro lado, es que es
verdad aunque no seamos capaces de comprenderlo. Ya lo comprenderemos cuando
estemos muertos. Algunos incluso se basan en pequeñas intuiciones que tuvieron
cuando meditaban o en sueños extraños que tampoco significan nada cuando los
analizas en profundidad. Al mismo tiempo ignoran todos los indicios y
evidencias que tenemos AHORA a nuestra disposición, que parecen apuntar a que
el tiempo, sí, no lo percibimos de la misma manera en el mundo espiritual que
aquí, pero esto NO significa que el tiempo sea simultáneo ni que estemos
viviendo todas nuestras vidas simultáneamente.
Bajo mi punto de vista, no
es lo mismo que nuestra consciencia pueda tener conocimiento, en estado
desencarnado, del presente, pasado y futuro al
mismo tiempo, que estar reencarnado a
la vez en todos esos cuerpos, y que todo esté transcurriendo
simultáneamente. Muchas observaciones parecen contradecir esta hipótesis, y
algunas proceden de ese mismo mundo espiritual. A pesar de que en el mundo
hispanohablante muchos aún desconocen el trabajo de Michael Newton, y otros lo
critican sin buenos argumentos contra él, hay personas que tienen recuerdos del
periodo entre vidas, y siendo espíritus hablan de vidas pasadas y de cómo
preplanificamos, individualmente o con otras almas, nuestras vidas futuras. Si no
damos crédito a las regresiones (cada uno está en su derecho de creer en lo que
crea, pero es curioso que personas que no dan crédito a las regresiones, sí dan
crédito a supuestas canalizaciones), también existen muchas personas con
RECUERDOS ESPONTÁNEOS tanto de vidas pasadas, como de momentos anteriores al
nacimiento, y también del periodo entre vidas. Ninguno habla de tener
“recuerdos” de vidas en un tiempo futuro, ni tampoco habla de “focalizarse” en
una de nuestras vidas simultáneas, sino de elegir unos padres y REENCARNAR,
adaptarse a un nuevo cuerpo físico y vivir en él, no de hacerlo en doscientos a
la vez. Es decir, hay muchísimas evidencias que nos dicen que en el mundo espiritual existe igualmente una
secuencia de hechos. Sí, existen las progresiones (regresiones a un
supuesto tiempo futuro), yo también he tenido una o dos. Y tal y como describen
también otras personas, en las progresiones las imágenes no se sienten como
verdaderos recuerdos, el contenido emocional no es igual de intenso, no parece
algo “ya vivido”, sino solo una posibilidad que podría o no ocurrir. Exactamente
igual que con otros fenómenos premonitorios.
Tampoco existen evidencias de que nuestras supuestas vidas
futuras nos afecten igual que las pasadas, ni que podamos cambiar el pasado si
cambiamos nuestro presente (tal y como afirma Seth en sus libros). Hay niños
que nacen con marcas de nacimiento relacionadas con lesiones de vidas
anteriores, no posteriores. ¿Todo esto es porque vivimos en una ilusión?
¿Porque creamos nuestra propia realidad? No, estos argumentos no son muy
convincentes... El problema no es que creamos que el mundo físico es real. El verdadero problema es que no entendemos
que el mundo espiritual es TAN REAL como el material. Y sí, he dicho
material y no físico, porque es muy probable que el espíritu sea también algo
“físico”, si lo entendemos en términos de “física cuántica”.
Pero por supuesto, esto es ignorado completamente por
aquellos que creen ciegamente en que el tiempo es simultáneo en el más allá. A veces ser reencarnacionista es sentirte como Galileo: hay gente que te quiere
convencer de que el Sol gira alrededor de la Tierra, y serían capaces de enviarte
a la hoguera por afirmar lo contrario, solo porque ellos no son capaces de ver
los indicios que para ti (y muchas personas más) son claros como el agua. Para
ellos todo es posible. Lo que no comprendemos es porque tiene un origen divino,
ya sea el mismo Dios o un supuesto espíritu iluminado que se comunica desde el
más allá. Y si te crees capaz de discernir la realidad, eres un ególatra que te
crees superior a los demás...
La cuestión es que siempre nos tenemos que creer lo que
dicen otros, en lugar de buscar las respuestas en nuestro interior. La cuestión es destruir religiones y
construir otras, y juzgar a los demás si no comparten tus mismas creencias.
Una vez más, Krishnamurti tenía toda la razón acerca de no querer derribar los
muros de la prisión. Cuando la gente se dé cuenta de que no necesita ningún
maestro para encontrar lo que busca, tal vez, solo tal vez, comenzaremos a
hacernos más conscientes de nuestra verdadera naturaleza.