La verdad es que muy difícil creer que los guionistas de
esta serie, que además está llena de guiños a una serie mítica como Dr. Who, no hayan pensado en algún
momento en la reencarnación. Pero como esta palabra parece ser tabú en nuestro
país, no se menciona en ningún lugar. También me parece muy curioso que
seguramente una gran cantidad de fans que han surgido a consecuencia de la
serie española —algunos de los cuales son historiadores y se entretienen
buscando inexactitudes en cuanto a la época de los hechos— no serán conscientes
de dónde les viene esa especial afinidad que sienten hacia ciertos periodos
históricos. En momentos como estos suelo sonreír, porque me doy cuenta de cuánto
de cierto hay en eso que suelo afirmar: la Verdad está delante de nuestras
narices, pero somos incapaces de verla. Creo que lo que está pasando es muy
parecido a lo que pasa en Estados Unidos y otros países (el nuestro incluido,
aunque aquí no es tan frecuente) con los grupos de “reenactors”, actores aficionados que de vez en cuando se reúnen
para representar batallas épicas, poniendo un gran énfasis en que no haya ni un
solo anacronismo, dándose el placer de sacar sus reproducciones de armas a la
calle, y vistiendo con ese uniforme militar que tanto les costó conseguir.
Detrás de muchos de estos reenactors,
los reencarnacionistas sabemos que hay personas que vivieron realmente en esa
época que tanto disfrutan representando, o de la que saben más que un
historiador de verdad. Pero, lamentablemente no son conscientes de ello. O
quizá, si lo sospechan, nunca se atrevieron a mencionárselo a nadie.
Representación de la batalla de Antietam en Sharpsburg, Maryland. |
Desde que comenzó la serie abrimos un hilo en el foro que ha
tenido bastante éxito, porque es evidente que muchos de nosotros (gente que
recuerda sus vidas pasadas) disfrutamos especialmente viendo películas que
pertenecen a aquella era en la que vivimos, entre otras cosas porque eso nos
puede desencadenar nuevos recuerdos. Además, en la serie se dan constantemente
circunstancias y situaciones que no son nuevas para nosotros. Uno de los
mejores ejemplos para mí es cuando Amelia descubre su propia tumba. Algo que
para muchos puede parecer excesiva imaginación, no es para nada raro en las
historias que podemos compartir los reencarnacionistas. De hecho, es uno de los
momentos más extraños y a la vez más emotivos a los que nos llegamos a
enfrentar: el momento en que tras muchos años de recordar, investigar y
verificar, encuentras el lugar en el que te enterraron, a veces con nombre y
apellidos, otras veces sin ellos. Algunos, como es mi caso, ni siquiera tenemos
tumba, porque en una de mis vidas arrojaron mi cuerpo al mar. Aunque sí puedo
contar una pequeña anécdota: una vez leí que un hombre tenía guardado el cráneo
de otra de mis vidas pasadas. Puede parecer divertido, pero lo cierto es que
hasta que no te pasa no sabes lo raro que se siente descubrir estas cosas.
Llegar a conseguir una verificación de este calibre hace que
te sacudas de arriba abajo, porque es como si de repente aquello que creías
eran solo delirios de tu mente se hace real y tangible. Puede que hasta ese
momento solo hayas hablado de “posibles recuerdos”, de un nombre que crees que
es el tuyo pero sabes que tal vez te lo estás inventando. Cuando por fin hallas
una referencia histórica clara e indudable de que ese ser existió, y su vida
coincide con lo que tú recordabas, todo se derrumba de nuevo. No tienes más remedio
que aceptar que la reencarnación es un hecho, porque sabes que tú no te has
podido sacar de la manga todos esos detalles, ni tendrían por qué afectarte
tanto si es solo una historia de ficción. El tiempo deja de tener el mismo
sentido. Notas cómo el pasado y el presente se han fundido en uno. Pero a la
vez también te das cuenta de que todo (o mucho) de lo que fuiste ya no está. El
sentimiento de pérdida también se hace más fuerte. La nostalgia es abrumadora.
Y si aún no has llorado lo suficiente, tendrás que pasar por el duelo para
poder pasar página.
El Ministerio del Tiempo es una serie que gusta a los
reencarnacionistas porque en parte nosotros podemos hacer lo mismo: viajar en
el tiempo. No nos sentimos del todo pertenecientes a este mundo moderno, en el
que nos sentimos incómodos. Nos gustaría volver a otras épocas en donde éramos
más felices o donde no nos sentíamos fuera de lugar. Creo que en la serie se ve
muy bien cómo viajar al pasado no constituye un gran problema. Pero cuando
viajas al futuro te encuentras descolocado y no sabes muy bien qué hacer para
encajar. Vives en el presente, pero a la vez vas a dormir a tu época, y sigues
teniendo los problemas que tenías en tu época. La única diferencia es que
nosotros hemos cambiado de cuerpo. Muchos creen erróneamente que la muerte
significa dejar todo atrás. Pero los reencarnacionistas sabemos que eso es solo
una ilusión.
Nos queda mucho para llegar a Cloud Atlas, pero espero que los guionistas españoles sigan por
este camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario debe ser aprobado por la administración antes de ser publicado, y esto puede llevar un tiempo.
Todos los comentarios son bienvenidos, siempre que se basen en el respeto, no incluyan insultos o descalificaciones personales, y estén dentro de los límites de la racionalidad. Los que no cumplan estas condiciones no serán publicados.
Gracias.