Si alguno de
vosotros ha consultado las técnicas para obtener vidas pasadas, habréis visto
que lo primero de todo es escribir un diario de vidas pasadas… y lo normal es
que se extienda a un diario de sueños.
Podéis
pensar que esto es una tontería y que no es necesario… que si veis algo en
vuestro primer o segundo intento de regresión, seguro que lo recordaréis
siempre por lo increíble que será… Bueno, pues yo os digo: no. Comenzad a
escribir un diario de vidas pasadas YA.
¿Qué todavía
estáis aquí? Que no, de verdad, ya estáis tardando, no perdáis más el tiempo
leyendo este blog…
Vale, os
explicaré algo más. Recordar vuestras vidas pasadas no consiste en obtener unos
cuantos flashes en una sesión de terapia regresiva de tres horas por la que
habéis pagado cerca de 100 euros, o unas pobres sensaciones mientras
escuchabais una música relajante de meditación. Recordar vuestras vidas pasadas
en un auténtico ejercicio de autoconocimiento que requiere de mucho esfuerzo,
constancia, y bastante dedicación… si es que de verdad os lo tomáis en serio.
Además, si lo que queréis es llegar hasta el final, tendréis que obtener todos
los detalles y todos los datos posibles para que en un futuro más o menos
lejano (más bien lejano) podáis verificar esa supuesta vida pasada, consultando
registros históricos sobre esa persona que creéis que fuisteis.
Se da la
circunstancia que nuestros recuerdos no van a acudir a nosotros en orden
cronológico y perfectamente comprensibles como si estuviéramos viendo una
película. Lo normal es que aparezcan recuerdos de varias vidas a la vez, de
distintas épocas, de distintos momentos dentro de una misma vida, a veces muy
borrosos, otras veces más claros… pero en ningún caso va a ser una tarea fácil.
De hecho, si alguien que dice recordar una vida pasada es capaz de daros datos
concretos y definitivos sobre su nacimiento y defunción, cómo murió, su nombre,
quién era su familia, dónde vivió, los hechos más significativos perfectamente
ordenados… simplemente, desconfiad. Lo más seguro es que pretenda venderos una
novela de aventuras.
Esto hace
necesario que desde el primer momento llevéis un diario de vidas pasadas en el
que apuntéis la fecha y todo lo que hayáis visto en vuestra regresión. Cuando
digo todo es ABSOLUTAMENTE todo, aunque os parezca que no pertenece a esa época
que estáis recordando, que es imposible o que es fruto de vuestra imaginación.
Pero creo
que me he adelantado… Os podéis estar preguntando: “Pero, ¿qué voy a escribir yo,
si aún no recuerdo nada de nada?” Bien, eso no importa. Porque aunque aún no
seáis conscientes de ello, en vuestra personalidad, en vuestros sentimientos,
hay ya muchas pistas que os pueden indicar qué habéis vivido en el pasado.
Conocer vuestras vidas pasadas consiste en adentraros en vuestro subconsciente,
en ese mundo que está en vuestro interior, a veces ignorado, a veces incluso
bloqueado conscientemente porque sabéis que os puede dar problemas o es algo
que os da mucho miedo conocer. Si queréis de verdad conocer vuestro pasado,
debéis saber que no solo vais a encontrar cosas agradables, sino que también os
vais a tener que enfrentar a lo que Carl G. Jung denominó “La sombra”, esa
parte de vosotros que permanece en un oscuro rincón y que os cuesta reconocer.
Aunque penséis que sois la persona más maravillosa del mundo, seguro que en
algún momento de la historia habéis hecho algo malo, o os han hecho algo malo…
Todos tenemos nuestros defectos, y todos hemos tomado malas decisiones. Si
rascáis la superficie, eso va a salir tarde o temprano, y vais a tener que
enfrentaros a ello de la mejor forma que podáis… Por ello recordar vidas
pasadas no es para todo el mundo. Pero no debéis preocuparos porque por suerte
nuestro subconsciente también sabe qué es lo que nos puede mostrar y qué no.
Lo que
quería decir es que es muy importante que antes de intentar recordar nada os
sentéis tranquilamente y seáis sinceros con vosotros mismos. Reflexionad sobre
vuestra personalidad, sobre las cosas que más os molestan en la vida real, o
aquello que produce reacciones inexplicables en vosotros, aquellas cosas que
decís en una discusión acalorada con alguien de confianza y que luego en frío
pensáis que no sabéis por qué lo habéis dicho… Prestad atención a vuestras
emociones, a aquello que os atrae y aquello que rechazáis de manera visceral, o
lo que os produce miedo. Intentad encontrad qué épocas históricas os gustan más
o incluso echáis de menos. ¿No habéis visto alguna película de época y habéis
pensado “Ojalá hubiese vivido allí”? Recordad también vuestros juegos de infancia, ¿tal vez os encantaba vestir de soldado y pasaros todo el día
apuntando a la gente con una pistola de plástico? ¿Os fue tremendamente fácil
aprender a tocar el piano? Cuando estabais aprendiendo a hablar, ¿algunas
palabras parecían francesas en lugar de españolas? Tal vez podéis preguntar a
vuestros padres si teníais algún comportamiento extraño, o si sufríais de
terrores nocturnos… Nada de esto es definitivo, pero os puede dar muy buenas
pistas sobre vuestras vidas pasadas. Yo aún me sorprendo de que quizá el 90% de
lo que escribí en la primera página de mi diario, haya acabado teniendo una
explicación por algo que viví en una vida pasada. Y por eso siempre digo que
nada es casualidad.
Aparte de
esto, comenzar a escribir vuestro diario de vidas pasadas es como dejarle un
mensaje a vuestro subconsciente de que realmente queréis saber y que vais en
serio. Poco a poco esa información puede que comience a aparecer también en
sueños, o que empecéis a tener fuertes intuiciones de por qué algo es de una
forma determinada y no de otra. Todo lo que necesitáis saber está en vuestro
interior, y para conectar con vuestro interior es fundamental desconectar del
exterior. Ir a pasear por el campo y sentaros a meditar debajo de un árbol os
hará mucho más bien que permanecer horas sentados frente al televisor
pendientes de las últimas noticias.
Y con el
tiempo también os servirá para llevar un registro de las investigaciones que
llevéis a cabo y de todas aquellas sensaciones que os vengan durante el día,
para dibujar lo que habéis visto y que es difícil describir, para hacer planos
de la casa o habitación que parecéis recordar... Si abrís la puerta de vuestro
subconsciente es posible que ya no la volváis a volver a cerrar y que os
sintáis mucho más cerca de vuestro verdadero yo… y ese yo os enviará mensajes
constantemente que deberéis captar al vuelo. Solo es cuestión de estar atentos.
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