Hace unos días descubrí con cierta sorpresa y, por supuesto,
gran alegría, cómo en el programa de radio Milenio 3, conducido por mi admirado
Íker Jiménez, se tocaba con gran valentía el tema de los niños que recuerdan
vidas pasadas, gracias a un programa de televisión llamado Ghost inside my child que actualmente ya va por la segunda
temporada y que se emite en Estados Unidos.
Aquí podéis escuchar el programa de radio al que hago referencia: Niños que retornan.
Ghost
inside my child no es para nada un programa desconocido por los reencarnacionistas, al
menos los que no nos cansamos de buscar respuestas y conocer más y más casos de
personas que han pasado por lo mismo que nosotros. Hoy en día gracias a
internet es fácil tener acceso a programas que se emiten en otros países y que
por alguna razón tardan años en llegar a nuestras televisiones y ser traducidos o subtitulados. Espero que ya estén en ello. Mientras, los que hemos podido los hemos visto en versión original. Y a pesar de que no escogieron un buen nombre para él y se podría prescindir de ciertos efectos como la vocecilla fantasmal que ponen a la niña al presentar cada episodio (problema que han ido solventando en la segunda temporada), todos los reencarnacionistas serios que conozco coinciden en que la mayoría de los casos son sólidos y especialmente en los más recientes las verificaciones son impactantes.
El programa de radio, si bien me pareció extremadamente
básico, para lo que yo estoy acostumbrada, me sorprendió también por mencionar
a Carol Bowman, psicóloga especializada en niños que recuerdan vidas pasadas,
creadora del primer foro en inglés sobre reencarnación en Estados Unidos, allá
por la década de los 90. Si no hubiera sido por ese foro, yo aún estaría
bastante perdida y probablemente aún estaría preguntándome si me he vuelto loca
o si lo que tengo en la mente se debe únicamente a un fenómeno conocido como
criptomnesia, que no es más que haber leído un libro o haber visto una película,
y años después cuando menos te lo esperas, esos recuerdos aparecen en tu cabeza
aunque tú pienses que jamás leíste o viste nada parecido. Esto, simplificando
mucho, claro. El caso es que hace tres años la información que existía en
internet en habla española daba pena. Ahora, algo menos, porque a consecuencia
de mis experiencias, leí y aprendí mucho, me di cuenta de que no era la única
persona en el mundo que comenzó a recordar sus vidas pasadas al hacer
meditación, y acabé abriendo el primer foro en español que trata de manera
totalmente seria y racional el tema de la reencarnación. Un año después, nació
este blog, ¡y aquí estamos!
Después de tanto esfuerzo, tanto estudio y recopilación de
información, y sobre todo, mucha experimentación propia, la verdad es que es un
placer ver que poco a poco nuestras mentes se van abriendo a una realidad que
está ahí para todo el que la quiera conocer. En mi opinión es muy importante la
actitud que tengamos al acercarnos a la reencarnación. Como siempre digo, la
Nueva Era, los temas que tienen que ver con la espiritualidad, determinadas
enseñanzas mediúmnicas poco fiables, o el típico gurú que nos intenta convencer de algo que nadie ha demostrado todavía, han hecho mucho daño a la reencarnación,
y ahora estamos pagando el precio. Lo primero que todo el mundo debe saber
cuando se acerca a la reencarnación es que nadie sabe cómo funciona, nadie
tiene todas las respuestas, y muchas cosas de las que se dan por supuesto son
discutibles. Eso lo sabe muy bien Íker Jiménez y todo aquel que busque y exija
un mínimo de racionalidad. Sin embargo, aunque a mí me parece algo fundamental,
otras personas, más influenciables quizá, no se dan cuenta de ello y tienden a
creerse cualquier cosa que les cuenten, aunque no tenga ni pies ni cabeza, como
la famosa Ley del Karma que tanto quebraderos de cabeza me produce. Y es que
hay gente que se piensa que si crees en la reencarnación, también te crees a
pies juntillas todos los dogmas que nadie sabe de dónde surgieron pero que la
acompañan irremediablemente. Eso es falso.
Por tanto, me congratula enormemente que alguien se fije en Ghost inside my child y nos traiga esos
casos de niños de hoy en día, investigados hoy en día, para que la gente de la
calle comience a abrir los ojos a esta fascinante realidad. Creo que es
importante hacer hincapié en que son casos actuales, no como los que investigó
hace cuarenta años Ian Stevenson, y digo
esto porque algunos se quedan anclados en el pasado y ya no se mueven de ahí...
aunque de qué me voy a sorprender, si pasa lo mismo con las experiencias
cercanas a la muerte. Es obvio que a la gente le cuesta mucho cambiar sus
creencias, ya he descrito muchas veces el rechazo con el que me encontré cuando
hablaba de reencarnación con personas que supuestamente estaban interesadas en lo
que nos pasa después de muertos. Les dices dónde pueden buscar las pruebas, les
dices cómo ellos mismos pueden experimentar y sacar sus propias conclusiones, y
parece que se dan la vuelta y se tapan los oídos, porque la reencarnación
simplemente no encaja con sus esquemas mentales. Si el que lo dice es un
científico o un profesor de universidad, quizá le hagan más caso, no como a mí,
que a pesar de tener varios títulos universitarios, no les doy la suficiente
credibilidad porque valoro mi privacidad y no uso mi verdadero nombre para
compartir mis experiencias y conocimiento sobre la materia, como si poner
Pepita Pérez en lugar de Eowyn en mi firma fuera a cambiar algo... Creo que no
es más que otra manifestación de esa reticencia a no querer creer algo que está
delante de sus narices. Pero la verdad es que si ahora, por fin, van a creer en
los casos que presenta Íker en sus programas, solo porque es Íker, pues
bienvenido sea, porque lo cierto es que es hora de que la Humanidad se vaya
dando cuenta de lo que somos y de por qué estamos aquí.
Por supuesto, no es suficiente con solo creer en la
reencarnación, eso también lo estaré repitiendo por toda la eternidad. La
creencia no te cambia interiormente, más cuando estamos hablando de algo tan
personal y subjetivo como el estar convencido de haber vivido antes. Por eso
nunca fue mi intención utilizar este blog como un medio divulgativo, sino como
un medio para dar a conocer las técnicas que todo el mundo puede utilizar para
recordar vidas pasadas.
A pesar de lo interesante que estuvo el programa de Milenio
3 y lo bueno que es que se hable de la reencarnación de manera seria y
racional, no pude evitar sentirme también un poco decepcionada. La razón es que
sigo pensando que avanzamos muy lentamente y en otros países nos llevan muchos
años de ventaja. Casos de niños que recuerdan vidas pasadas hay a montones, y
no tienen que salir en un programa de televisión para que la gente los conozca.
En el foro en el que yo comencé mi andadura (el mismo que mencioné más arriba, Reincarnation Forum, para todo el que quiera visitarlo) te puedes pasar horas
leyéndolos. Es cierto que los casos de niños son especialmente impactantes y
son una de las mejores evidencias que apuntan hacia la realidad de la
reencarnación, pero sigue siendo frustrante que no se dé la misma importancia a
las experiencias de adultos, cuando las verificaciones son —o deberían serlo—
las mismas. Parece que solo existe la terapia regresiva o los niños que
recuerdan vidas pasadas. Raramente se habla de personas con recuerdos
espontáneos o de sueños de vidas pasadas, ni mucho menos se dice en algún sitio
(excepto aquí) que cualquier persona puede recordar mediante la meditación o la
autohipnosis. Además, siempre tiene que planear la duda sobre todos estos
casos, siempre se tiene que hablar de fraude, y siempre se tienen que proponer
absurdas teorías científicas que no es que se queden cojas, es que algunas de
ellas no sirven para explicar absolutamente nada, como algo llamado “telegonía”
que mencionaron en el programa. Parece ser que es posible que una mujer puede
tener un hijo con una segunda pareja, y que ese hijo se parezca físicamente a
una anterior pareja. Vale. ¿Y? ¿Qué tiene que ver eso con que yo haya podido
recordar la vida de un oficial de la Marina Inglesa que no tiene ninguna
relación genética conmigo? ¿Hay fraude? Claro que lo hay, pero hay muchas
maneras de desenmascarar a los que cometen esos fraudes, incluidos los que
dicen tener vidas pasadas famosas sin ningún fundamento. Y, de todas formas, lo
mejor siempre es comprobarlo por uno mismo.
En resumen, me he quedado con una sensación algo agridulce.
Pero sí estoy contenta de que poco a poco las cosas vayan cambiando a este
respecto... al menos aparentemente. Creo que aún no puedo echar las campanas al
vuelo.
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