Ayer me llegó una encuesta que formaba parte de un estudio
que se está haciendo en la California State University sobre personas que
recuerdan vidas pasadas. Estuvo bien poder participar en ella… a pesar de que
las preguntas no tenían mucho sentido, porque se centraban demasiado en un solo
recuerdo, no podías explayarte mucho, y no me quedó claro qué conclusiones
pretendían extraer de la encuesta. Más o menos, era algo así:
- ¿Crees que has tenido vidas pasadas?
- ¿Por qué crees que has tenido vidas pasadas? ¿Tienes algún recuerdo, tienes alguna afinidad o alguna característica de tu personalidad que apunta a ello, o te lo ha dicho alguien?
- ¿Qué fuiste en tu vida pasada?
- ¿Tenías el mismo sexo que ahora? ¿La misma nacionalidad? ¿La misma raza? ¿Qué edad tenías en ese recuerdo?
- ¿Qué característica de tu recuerdo es el más importante para que estés tan seguro de que has tenido una vida pasada? ¿El contenido emocional, los datos que hay en ese recuerdo, el hecho de que puedes revivirlo una y otra vez?
- ¿Creías en vidas pasadas antes de tener recuerdos de vidas pasadas?
- ¿El hecho de recordar vidas pasadas cambió tus creencias?
- ¿Has hecho alguna vez terapia regresiva?
Es evidente que el que hizo la encuesta no recuerda vidas
pasadas. Porque no parecía tener mucha idea de lo que significa recordar vidas
pasadas, ni mucho menos lo que significa verificar esos recuerdos. Como siempre,
daba la sensación de que el objetivo del estudio era: “Hay personas que 'creen'
haber vivido antes, ¿por qué creerán algo tan raro?”
Hace tiempo que me di cuenta de que los que recordamos vidas
pasadas (los reencarnacionistas, para ser más exactos… no me vale alguien que
ha hecho una corta sesión de terapia regresiva y no ha ido más allá) solo
podemos hablar y entendernos con los que también recuerdan. Cuando conocí a
algunos viajeros astrales tuve la sensación de que a ellos les pasaba lo mismo:
apenas se atreven a hablar fuera de su círculo porque la mayoría de la gente
los va a considerar tipos raros, y además no va a entender nada de lo que les
cuentes, así que, ¿para qué molestarse? De hecho, a veces me pregunto qué hago
escribiendo este blog. Si no fuera porque tengo la fuerte convicción de que no
debemos quedarnos callados y debemos romper todos los mitos e ideas preconcebidas
que existen respecto a la reencarnación, me habría quedado tan a gusto en mi foro donde las personas sí que me entienden y podemos intercambiar experiencias
de gran valor para todos los que estamos en el mismo viaje. Me entristece tener
que estar sacando la información con sacacorchos a los viajeros astrales, y que
incluso algunos digan que si comparten lo que saben van a perder su capacidad
de hacerlos, afirmación que me resulta completamente absurda y que es la causa
de que hablar de experiencias extracorpóreas siga hoy en día asociado a ciertas
ramas esotéricas del saber, y por ello desprestigiado, cuando no ridiculizado,
y sumido en un oscurantismo difícil de comprender. No quiero que pase lo mismo
con la reencarnación, y por eso me empeño en llevar este conocimiento que he
acumulado en los dos últimos años a todos los que quieran saber. Estoy harta de
que la reencarnación se asocie con la New Age, con libros de autoayuda y con
religiones. Hay muchísima gente que recuerda sus vidas pasadas, que sabe que la
reencarnación es un hecho, y que no tiene nada que ver con ninguno de esos
grupos mencionados. Gente con formación científica y amplio bagaje cultural que
recuerda sus vidas pasadas y que no tiene su casa llena de velas rosas, ni
tiene lámparas de sal del Himalaya en cada rincón, ni acumula libros de
Deepak Chopra en su biblioteca.
Pero volvamos a la encuesta… ¿Cómo explicar a alguien que
recordar vidas pasadas es mucho más que asistir a una sesión de regresión
grupal organizada por el psicoterapeuta de turno, ver una pequeña imagen de una
niña india en tu cabeza y salir del auditorio emocionado porque crees que
tuviste una vida pasada como nativo americano? ¿Cómo explicar que recordar
vidas pasadas supone en muchos casos haber tenido una infancia y una adolescencia
bastante difícil porque soñabas con trincheras, tanques, o países en los que
jamás habías estado, y no sabías lo que eso significaba? ¿Vivir con el temor a
que si mencionabas tus sospechas de haber vivido antes tal vez te expulsarían
de la iglesia a la que asistías porque la reencarnación era considerada casi
una herejía? ¿Pensar que necesitabas un psiquiatra que te pusiera un
tratamiento para dejar de tener pesadillas? ¿Tener fobias inexplicables al
agua, a las alturas, a que alguien te toque el cuello, a cruzar un puente, y
saber que no es una “simple manía”? ¿Vivir durante años con la confusión de "sospechar" que fuiste un soldado en la Segunda Guerra Mundial muerto en combate y que
dejaste una hija pequeña en casa, pero no saber tu nombre ni si te lo estás
imaginando todo?
Muchos piensan que la reencarnación es solo algo en lo que
algunos creemos porque nos resulta esperanzador, porque así nos convencemos a
nosotros mismos de que la muerte no existe, porque nos gusta escuchar con una
sonrisa en los labios lo que cuentan algunos “predicadores” que dicen que lo
único que importa es el amor, que nos reencontramos una y otra vez con las
personas que queremos, y que así vivimos felices en el autoengaño. Y lo que no
saben es que para llegar a ser reencarnacionista has pasado muchos años de
dudas, investigación, periodos de negación, emociones que van y vienen
continuamente y que te desgarran por dentro… una búsqueda constante que ni
siquiera acaba cuando consigues verificar tus recuerdos y por fin encuentras
(con la única ayuda de tus propios recuerdos e intuiciones) tu nombre y, si tienes suerte, una pobre foto, en un registro histórico por el que incluso has tenido que pagar una
cierta cantidad de dinero.
Así que, me hacía gracia:
“¿Qué fuiste en tu vida pasada?”
Mmm… ¿en cuál de ellas? Porque resulta que recuerdo más de una docena… la gran mayoría verificadas parcialmente, pero dos con nombre y apellidos, ¿cuál elijo?
Mmm… ¿en cuál de ellas? Porque resulta que recuerdo más de una docena… la gran mayoría verificadas parcialmente, pero dos con nombre y apellidos, ¿cuál elijo?
“¿Tenías el mismo sexo que ahora?”
Pues veamos… he sido de todo, de varias razas, de varios sexos, de varias clases sociales, de varias religiones, de varias profesiones… ¿sirve de algo decir lo que fui en la última?
Pues veamos… he sido de todo, de varias razas, de varios sexos, de varias clases sociales, de varias religiones, de varias profesiones… ¿sirve de algo decir lo que fui en la última?
“¿Qué recuerdo consideras que fue el más importante?”
¿Cómo se mide la importancia de un recuerdo? Lo ideal es que lo hayas podido verificar, pero esa opción no estaba disponible, así que elegí uno en el que las emociones eran muy importantes y además lo tengo verificado: muerte bastante sangrienta a bordo de un barco en una batalla naval, según moría me acordaba de mi mujer y mi hijo. Claro que cualquiera puede decir que me he hartado a ver Master & Commander y se trata de criptomnesia… porque es evidente que con un solo recuerdo NO se puede verificar nada (o muy raramente)… pero claro, lo que este “cualquiera” no sabe es que después de unos cuantos meses recordando y recordando otros detalles de la vida de este hombre, resulta que esos detalles resultaron estar todos en su biografía, incluso los detalles más oscuros que pensé jamás iba a encontrar, por supuesto también lo de la mujer e hijo a pesar de que “oficialmente” no se había casado y ese hijo era ilegítimo. Pero eso no se hace en una sola sesión de terapia regresiva, por si a alguien le queda alguna duda…
¿Cómo se mide la importancia de un recuerdo? Lo ideal es que lo hayas podido verificar, pero esa opción no estaba disponible, así que elegí uno en el que las emociones eran muy importantes y además lo tengo verificado: muerte bastante sangrienta a bordo de un barco en una batalla naval, según moría me acordaba de mi mujer y mi hijo. Claro que cualquiera puede decir que me he hartado a ver Master & Commander y se trata de criptomnesia… porque es evidente que con un solo recuerdo NO se puede verificar nada (o muy raramente)… pero claro, lo que este “cualquiera” no sabe es que después de unos cuantos meses recordando y recordando otros detalles de la vida de este hombre, resulta que esos detalles resultaron estar todos en su biografía, incluso los detalles más oscuros que pensé jamás iba a encontrar, por supuesto también lo de la mujer e hijo a pesar de que “oficialmente” no se había casado y ese hijo era ilegítimo. Pero eso no se hace en una sola sesión de terapia regresiva, por si a alguien le queda alguna duda…
“¿Cambió tus creencias el hecho de recordar tu vida pasada?”
Veamos… no, lo que cambió mis creencias fue VERIFICAR que esos recuerdos eran reales. Yo no creo en la reencarnación. No tengo duda de que existe, porque lo he comprobado y no tengo una explicación más convincente a lo que me ha pasado. Puede venir cualquiera y contarme que es la reencarnación de Marilyn Monroe. Pero hasta que no me dé pruebas convincentes de por qué lo piensa, no voy a creerle. La reencarnación es (o debería ser) algo serio. Iniciativas como la de esta encuesta, aunque no esté muy bien elaborada, siempre son bienvenidas, porque al menos los reencarnacionistas sentimos que nos escuchan. Sin embargo, esto está ocurriendo en Estados Unidos. Aquí en España aún estamos debatiendo sobre la realidad de las ECM’s y el único grupo “científico” que parecía tratarlas de manera seria y respetuosa se ha convertido en un grupo pseudorreligioso donde se prohíbe hablar de reencarnación pero no de ovnis ni de agujeros negros, como si el espíritu de la Inquisición siguiera entre nosotros. Así que no quiero ni pensar cuántos años más necesitaremos para que se empiece a investigar científicamente la reencarnación en nuestro país. Algunas veces me entran fuertes deseos de emigrar lo más lejos posible...
Veamos… no, lo que cambió mis creencias fue VERIFICAR que esos recuerdos eran reales. Yo no creo en la reencarnación. No tengo duda de que existe, porque lo he comprobado y no tengo una explicación más convincente a lo que me ha pasado. Puede venir cualquiera y contarme que es la reencarnación de Marilyn Monroe. Pero hasta que no me dé pruebas convincentes de por qué lo piensa, no voy a creerle. La reencarnación es (o debería ser) algo serio. Iniciativas como la de esta encuesta, aunque no esté muy bien elaborada, siempre son bienvenidas, porque al menos los reencarnacionistas sentimos que nos escuchan. Sin embargo, esto está ocurriendo en Estados Unidos. Aquí en España aún estamos debatiendo sobre la realidad de las ECM’s y el único grupo “científico” que parecía tratarlas de manera seria y respetuosa se ha convertido en un grupo pseudorreligioso donde se prohíbe hablar de reencarnación pero no de ovnis ni de agujeros negros, como si el espíritu de la Inquisición siguiera entre nosotros. Así que no quiero ni pensar cuántos años más necesitaremos para que se empiece a investigar científicamente la reencarnación en nuestro país. Algunas veces me entran fuertes deseos de emigrar lo más lejos posible...
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