Antes de profundizar en cuestiones más avanzadas sobre lo
que significa recordar vidas pasadas, creo que está bien detenernos un momento
en cómo funciona la reencarnación.
No os llevéis a engaño: nadie lo sabe. La reencarnación como
tal es una doctrina que ha acompañado a los seres humanos desde hace milenios,
no es algo nuevo. Incluso era una creencia de los primeros cristianos, hasta
que la Iglesia decidió convertirla en herejía porque no era compatible con sus
propios intereses. Pero las creencias son solo eso: creencias, la base de las
religiones. Y en este blog no hablamos de religión. Solo de hechos. Si es
posible, hechos demostrados. Tampoco me valen las enseñanzas que transmiten los
cientos de médiums que dicen estar en contacto con espíritus desencarnados. Lo
que tiene más valor para mí es lo que han observado las personas que recuerdan
sus vidas pasadas… no solo las que dicen haber recordado, sino las que me han
demostrado mediante su sensatez y mediante pruebas lo suficientemente sólidas
que respalden sus recuerdos, que puedo confiar en lo que me están contando.
Esto incluye los estudios de Ian Stevenson y otros investigadores sobre niños
que recuerdan vidas pasadas, pero también los testimonios de personas anónimas
que, como yo, hemos vivido una serie de experiencias que nos llevan a pensar
que la reencarnación existe… solo que en muchos aspectos no es la reencarnación de
la que se habla en general en la red.
Internet es la jungla. La verdad es que no he querido profundizar mucho en la red en lengua española… ya me di cuenta de que el panorama era desolador antes de que abriera mi propio foro, tengo una edad que ya no estoy para disgustos y mi médico me desaconseja introducirme de nuevo en este mundo oscuro en el que se mezcla la reencarnación con una serie de fenómenos paranormales sin lógica alguna, donde es lícito hablar de extraterrestres, reencarnación de mascotas en piedras o en animales de otras especies, morir con tres años de edad porque te suicidaste en otra vida, o en donde afirmar que viviste en la época del Rey Arturo es aceptado sin más, y además seguro que acabas conociendo a alguien que dice haber sido la bruja Morgana… Sin embargo, en inglés hay que andar también con mucho ojo, porque si te descuidas te ves abducido por grupos que hablan sin cesar de una serie de creencias que por mucho que les pese, siguen sin estar demostradas, incluso aunque provengan de pacientes de psiquiatras de prestigio reconocidos mundialmente. Si observas atentamente, te das cuenta de que hay contradicciones, incluso entre estos propios psiquiatras. Cada uno tiene su propio punto de vista, su propio “estilo”, su propio método. Esto es lógico hasta cierto punto. Tampoco es cuestión de tirar todo este trabajo a la basura, sino ser conscientes de las limitaciones que tenemos y no olvidar nunca que somos humanos, que todo es muy subjetivo, y que todo está sujeto a interpretación.
Dicho esto, lo que parece universalmente aceptado entre los
reencarnacionistas es que tiene que haber “algo”, llamémosle alma o
consciencia, que sobrevive a la muerte y que es capaz de transferirse a una
nueva entidad biológica o cuerpo físico. A pesar de que hay ciertos grupos que
creen en la reencarnación en animales, los casos que yo he conocido no dejan de ser meras anécdotas y me hacen dudar de si es una “verdadera” reencarnación o
algún otro fenómeno. Mi opinión es que los humanos nos reencarnamos en humanos,
por el simple hecho de que reencarnar en un animal te dejaría bastante limitado
para experimentar lo que queremos experimentar. Al contrario de lo que muchos
otros piensan, tampoco venimos para aprender. Venimos simplemente a
experimentar… porque parece ser que en estado espiritual no podemos hacerlo de
manera “satisfactoria”. Pero aun esto es discutible. Tal vez solo reencarnamos
porque es un fenómeno físico natural, igual que el Sol sale todos los días por
el Este y se pone por el Oeste. Tampoco tiene que haber una razón detrás de todo...
Niños que recuerdan vidas anteriores. |
Lo que ocurre entre una encarnación y otra sigue siendo
cuestión de creencia. Los que han podido recordar el periodo entre vidas
mediante hipnosis regresiva refieren cómo después de la muerte todos (sin
excepción), tarde o temprano, vemos un túnel de luz y lo atravesamos para
llegar a otro plano de existencia donde somos recibidos por nuestros guías
espirituales o parientes fallecidos. Curiosamente es lo mismo que relatan las
personas que han sufrido ECM’s… solo que en estos casos la confusión parece ser
mucho mayor y con frecuencia lo que ven es adaptado a sus propias creencias
religiosas, lo que, en mi opinión, les resta credibilidad. Muchas de estas
personas piensan que lo que han visto fue “el Cielo” o incluso que estuvieron
con “Dios”, “Jesús” o “Mahoma”, y no son conscientes de que lo que vieron fue
una mínima parte de lo que parece que hay al otro lado, un lugar que estos
pacientes que han accedido al periodo entre vidas describen con mucho más
detalle, aunque siempre con los límites que el lenguaje humano nos impone.
Parece ser que allí hacemos revisión de nuestra vida y planeamos nuestra
próxima encarnación. Y volvemos a nacer.
Sea como sea, de lo único que podemos estar seguros hoy por
hoy, es que hay personas que recuerdan sus vidas pasadas. Personas que saben
con un 95% de certeza (dejemos siempre espacio para la duda) quiénes fueron,
con nombre y apellidos, en el pasado. Con pruebas convincentes. Incluso un
cierto parecido físico. Cualquier lector de este blog puede ser una de esas
personas, igual que yo lo soy. Si has podido recordar varias vidas pasadas,
mucho mejor, porque eso te va dando una perspectiva mucho más amplia y las
preguntas que van surgiendo son cada vez más numerosas. Y es cuando te empiezas
a replantear una serie de cuestiones que por alguna razón se dan por supuestas cuando probablemente no son ciertas.
Algunas de las conclusiones a las que yo he llegado respecto
a cómo es el proceso de la reencarnación, basándome únicamente en lo que
estas personas y yo hemos recordado, son las siguientes:
- La reencarnación es un fenómeno natural.
- La reencarnación es un fenómeno universal.
- No importa a qué religión pertenezcas, ni lo bueno o lo malo que hayas sido, ni en qué región del planeta hayas nacido, todos reencarnamos.
- La ley del karma es a todas luces falsa. Nadie recibe castigo o recompensa por sus actos. Aunque sí es verdad que toda acción tiene su reacción.
- La mayoría de las vidas que la gente recuerda son vidas de gente normal y corriente sin nada especial que señalar, excepto las propias vivencias que siempre contienen algún significado para la persona que las recuerda.
- No es nada raro reencarnar dentro de la misma familia. Pero también es muy frecuente reencarnar en países totalmente distintos, en individuos de cualquier raza y cultura, de todas las clases sociales.
- Todos hemos vivido vidas de hombre y mujer (las recordemos o no), la orientación sexual puede cambiar de vida en vida, y en algunos casos incluso puede darse cierto grado de disforia sexual (es decir, no nos sentimos plenamente identificados con el sexo que tenemos en la vida actual).
- Los acontecimientos traumáticos (incluidas muertes traumáticas) dejan profundas huellas que nos pueden seguir afectando en nuestra vida actual.
- Algunos traumas físicos, por razones aún desconocidas, dan lugar a marcas y defectos de nacimiento en el nuevo cuerpo en el que el alma se reencarna, pero esto no ocurre así siempre. Muchas enfermedades, afinidades, fobias, habilidades, etc, tienen su origen en traumas de otras vidas.
Del libro Where Reincarnation and Biology Intersect (1999), de Ian Stevenson. |
- Niños que recuerdan vidas pasadas existen tanto en países orientales como occidentales, lo que ocurre es que en estos últimos los casos pasan más desapercibidos porque no prestamos la suficiente atención.
- No hay ninguna regla que regule el tiempo que transcurre entre una encarnación y otra. Posiblemente solo depende de nosotros, no de que hayas tenido una muerte traumática o te hayas suicidado.
- El suicidio no es castigado DE NINGUNA MANERA en el otro lado. Es una decisión más que todos podemos tomar si lo creemos necesario.
- Si alguna vez llegamos a liberarnos de la supuesta “Rueda de la Vida” que hace que nos reencarnemos una y otra vez, eso está por ver… En mi opinión no hay ninguna condena. Estamos aquí porque queremos. El día que no queramos, no estaremos. Claro que eso lo decidimos en estado espiritual, que es cuando sabemos “de verdad” de qué va esto de la vida y la muerte.
- Dudo mucho que haya nada que “sanar”. Nuestra alma no está enferma. Las emociones forman parte de la vida, también el sufrimiento. Estamos aquí para vivir, para sentir, para emocionarnos, para aprender a manejar nuestras emociones, para aprender a amar, para ser humanos, en definitiva. Cualquier intento de llegar a ser perfectos será infructuoso. Los humanos somos imperfectos por naturaleza. Si no fuera así, no encarnaríamos.
Un último consejo: jamás deis nada por supuesto. Dudad,
investigad, recordad por vosotros mismos.
Nadie tiene todas las respuestas.
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